---------Narra Beth--------
Tenía una idea rondándome desde ayer, pero no me atrevía ni siquiera a prestarle mucha atención, mucho menos me había decidido a tocar el tema con Bill, aunque sabía que tendría que hacerlo y pronto, se trataba de la posible conexión entre mis verdaderos padres y el anillo, claro que solo era una idea tonta que entre más la pensaba más ridícula y absurda me sonaba, pero al mismo tiempo me provocaba más ansiedad y hasta miedo, había llegado a la conclusión de que uno de mis padres, o tal vez los dos, podrían haber estado ligados a alguien que pertenecía a “La Sociedad del Dragón”, era la única razón que se me ocurría, pero al mismo tiempo trataba de convencerme a mí misma de que estaba equivocada, seguramente había llegado a ellos de otra forma... por más que lo estuviera posponiendo tendría que hablar con Bill, solo me había salvado por el momento gracias a que los Kaulitz habían salido de cacería.
Estaba segura que no era la única que estaba pensando en esa misma posibilidad por la forma en como se miraron los Kaulitz en el momento en que pregunté como podría haber llegado a mí un anillo con el símbolo de la dichosa Sociedad, Bill me había casi arrebatado el libro de las manos, lo cerró y lo aventó bruscamente sobre el escritorio de su papá, en ese momento dijo que ya era suficiente por el momento de tanta búsqueda y me trajo de vuelta a mi casa... es más, hasta sentía que lo de salir de caza era un pretexto para estar a solas, seguramente hablando de esta posibilidad, respiré profundo y me obligué a dejar de pensar en la absurda idea de que Bill ya no quisiera verme más por el hecho de que mis padres estuvieran “relacionados” con unos cazavampiros.
No podía creer que todo esto me pasara a mí... no salía de una cuando ya estaba en otra... para colmo sentía mucha curiosidad por saber más acerca de aquel grupo de brujos ya que Bill no me había dado oportunidad de leer todo lo que decía el libro de su padre, comenzaba a pensar que tal vez debería averiguar por mi cuenta, posiblemente en Internet encontrara algo.
Al día siguiente me despertó el timbre de mi celular, contesté tratando de sonar lo más despierta posible, era Bill, al principio me extrañó pensé que aún estaría con su familia cazando pero dijo que había preferido regresar antes, que ya había cazado lo suficiente, me avisó que pasaría por mi en un par de horas... en cuanto colgué salí disparada al baño, me apresuré a ducharme, planché mi cabello y puse gloss en mis labios mientras intentaba decidir si ponerme mi sudadera rosa o mi chamarra negra con peluche alrededor de la capucha o... al final me puse la chamarra con unos skinny y unas botas negras.
Cuando entré a la cocina, papá ya estaba sirviéndose una taza de café, le sonreí a modo de disculpa por haber olvidado preparar el desayuno.
-¿Vas a salir?
-Sí, Bill viene por mí
-Beth creo que ya va siendo hora de que te decidas por una Universidad ¿No crees? ¿Supongo que ya has pensado en algunas?
-mmm, sí... ya te había dicho que pensaba... bueno, pienso ir a la Freie Universität Berlín y aún tengo un par de semanas antes de que termine el periodo de inscripción- dije un poco titubeante, no lo podía evitar, hablar del tema de la universidad me ponía algo nerviosa, en especial si era delante de papá, tenía miedo de que sospechara algo, lo cual era ridículo ¿Cómo podría Arthur descubrir que en realidad no asistiría a ninguna universidad? ¿Cómo podría imaginarse siquiera, que la verdad era que iba a ser transformada en Vampiro?
-Y ¿Cuándo es?
-El 15 de enero... podemos hablar después... lo prometo- dije mientras tocaban el timbre de la puerta y yo le daba un beso en la mejilla...
Cuando abrí la puerta sentí como mi boca se abría de la impresión, digo Bill siempre se ve perfecto, pero es que verlo ahí delante de mi puerta con sus jeans ajustados, playera roja, chamarra a juego, ajustada a su cuerpo y su cabello alborotado...
Era imposible no preguntarme que era lo que él veía en alguien como yo...
Primero fuimos a la cafetería del centro comercial a desayunar, bueno a que yo desayunara, ya que Bill solo fingió tomar un makiatto, cuando salimos nos detuvimos a ver algunos aparadores y mientras pasábamos por la joyería no pude evitar decir
-¡Mira esto!- mientras señalaba una pulsera con estrellas de oro blanco, Bill tomó mi mano y me jaló hacia dentro de la tienda, mientras le pedía a la empleada que nos mostrara la pulsera, cuando la tuve en mis manos comprobé que era perfecta pero muy costosa, obviamente no entraba dentro de mi presupuesto, pero Bill dijo que él la compraría para mí, intenté negarme pero me miró de una forma que supe que nada de lo que yo dijera evitaría que lo hiciera, así que mejor me callé... más tarde nos subimos a su auto, pensé que tal vez ya me llevaría de regreso a mi casa pero en vez de eso me preguntó si quería ir a la suya
-Pensé que no querías que me acercara a tu casa- dije mirándolo de reojo sonriéndole
-Bueno sí, pero eso no aplica hoy, ya que Jehanne sigue con mi familia y no van a volver hasta mañana
Nos detuvimos un poco antes de llegar a su casa y caminamos un rato siguiendo la orilla del río Rick mientras que, sin saber cómo, empezamos a hablar del tema de mi anillo, así que no tuve más remedio que contarle la teoría que tenía sobre que algún familiar de uno de mis padres podría estar relacionado con la Sociedad del Dragón
-No lo sé... quizá esta Sociedad haya cambiado con el tiempo, tal vez ya no son solo... Brujos, tal vez puedan formar parte también los humanos- dije, mientras el negaba con la cabeza
-No, no creo que haya cambiado... aún cuando no sé mucho de esa Sociedad, sí sé que los brujos, al igual que los lobos y los vampiros tenemos como regla principal no revelar nuestra identidad a los humanos
-Bueno... tú me contaste lo que eres... y Georg, bueno de alguna forma también lo hizo, así que por que no pensar que los brujos también pueden romper sus reglas de vez en cuando- dije sonando demasiado esperanzada y tratando de creerme yo misma esa historia -Bill solo suspiró pensativo, mientras sacaba las llaves de la casa de su bolsillo, porque aunque pensé que los Vampiros no necesitaban cerrar sus casas con llave cada que se ausentaban, lo cierto es que deben guardar las apariencias y actuar lo más humano posible.
En cuanto entramos Bill me ofreció algo de tomar, pero lo rechacé, entonces Bill tomó mi mano y me jaló para que subiéramos las escaleras
-¡Vamos! Tengo algo para ti- dijo con su hermosa sonrisa
-¿Para mí?- dije mientras él abría la puerta de su habitación, era la tercera vez que estaba ahí, primero el día que me mostró toda su casa y después el día que me “transporté” después de quitarme mi anillo, había una gran cama en medio así que me senté, mientras Bill sacaba una pequeña caja de un cajón de su enorme closet
-¡Tu regalo de navidad!, un poco atrasado pero...
-¡Otro! O sea quiero decir, gracias, pero ya me compraste esta pulsera y...
-¿Y eso qué?- dijo rodando los ojos –Bueno, velo como un paquete, así que solo es un regalo
Lo tomé dándome por vencida, nunca he entendido como es capaz de convencerme siempre tan fácilmente, pero es que cuando me mira de esa manera, todos mis pensamientos se vuelven confusos, mi voluntad se diluye y lo único en lo que puedo pensar es en él, desenvolví la caja y cuando me di cuenta que era el CD que tanto había estado buscando y no encontraba desde hacía un buen tiempo, no pude hacer otra cosa que saltar hacia él, que me esperaba con los brazos abiertos para después besarnos...
Me alejé un poco para quitarme la chamarra ya que la forma en que estaba mirándome hizo que el calor subiera por mis mejillas... pero no resultó, porque cuando me encontré de nuevo con sus ojos, esta vez el calor no solo inundó mi cara, sino todo mi cuerpo, claro de una manera agradable, mi respiración se entrecortó y no pude evitar preguntarme si alguna vez seré capaz de acostumbrarme a su extraordinaria belleza, su suave piel blanca como el mármol, su sedoso cabello negro, sus facciones finas y perfectas y su delgado pero escultural cuerpo... y la respuesta era no, al menos eso esperaba, no dejar de amarlo, desearlo y necesitarlo nunca...
Bill se acercó a mí lentamente hasta que nuestras frentes se juntaron, tomó mi cara entre sus manos
-Te amo, siempre voy ha estar ahí cuando me necesites, no importa lo que pase...
-Siempre vamos a estar juntos- le interrumpí terminando la frase, él asintió
Sabía muy bien a lo que se refería, al anillo y todos los problemas que nos había traído, pero no quise seguir pensando en eso, no ahora, no en este momento en el que sus ojos reflejaban un amor y una ternura infinita que creí no merecer, nuestros labios se encontraron y yo rodeé con mis brazos su espalda mientras él hacía lo mismo con mi cintura...
Los besos aunque eran lentos y suaves, tenían en el fondo un toque de desesperación, como si sintiéramos un hambre que solo el otro pudiera ser capaz de saciar... me di cuenta que si no hacía algo para frenar ahora, más tarde sería imposible, el problema era que no quería frenar, no, ni la más mínima intención y esperaba que Bill pensara igual, que esta vez se olvidara de su miedo a perder el control y se dejara llevar...
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Qué creen que pase Aliens???
o más bien la pregunta sería: Quieren que pase algo entre Beth y Bill???
yo creo que sí, porque ya se han tardado mucho jajajaja!!!
bueno pues hasta aquí por el momento...
prometo apurarme, tengo el siguiente capi pero aún no me convence como quedó así que tengo que revisarlo, pero en unos días (serán poquitos, lo prometo ñ.ñ)
Ya solo me falta una semana más para terminar mis exámenes!!! y podré seguir escribiendo =)
Kusses y Danke por pasar al blog!!!
1 comentario:
amiga ¿como me dejas asi por dios? voy a morir sin saber que pasa ok no pero la angustia me comera sube pronto
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