RESUMEN


¿Qué harías si todo tu mundo cambiara derepente? ¿Si todo lo que pensabas imposible fuera real? Si la persona que más amas estuviera a punto de matarte... y guardara un secreto que podría cambiar tu vida...


CATEGORIA: hetero.

GÉNERO: romance, vampiros

PERSONAJES: Tokio Hotel

CLASIFICACIÓN: +15

TERMINADA: no

24 sept 2011

CAPÍTULO 29:


----------Narra Beth---------








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Respiré profundo... cerré los ojos, me concentré y vi el perfecto rostro de Bill...



En mi mente repasé todos los detalles de su cara, la textura suave de su cabello negro cayendo en mechones por su frente, su piel blanca y tersa, la forma de sus cejas oscuras que enmarcaban esos hermosos ojos de mirada penetrante, el ángulo recto de su nariz, la curvatura de sus pómulos, la forma de sus labios rosados en forma de corazón, los lunares de su cuello y bajo su boca, su olor, todo, deteniéndome en cada detalle y deleitándome con su perfección, a la que, aún después de todo este tiempo a su lado, seguía sin acostumbrarme...



el miedo seguía ahí, paralizándome, llenándome la frente de sudor frío y haciendo que la piel se me enchinara, pero me aferré todo lo que pude a su recuerdo, que en realidad no le hacía justicia, él era mucho más perfecto de lo que mi memoria simplemente humana podía llegar a retener... pensar en él era la única manera de no dejarme arrastrar por completo al pánico y la desesperación y ponerme a gritar...



Escuché una especie de gruñido, como de un animal... apreté más los ojos temiendo sentir en cualquier momento los colmillos fríos y filosos de algún vampiro, quizá de los cuatro al mismo tiempo, esa idea me mareó al recordar el dolor punzante que provoca la mordida de un vampiro y el ardor, que si bien no dura mucho, seguramente intensificado por cuatro bastaría para matarme de dolor... ¡No! dije para mis adentros, si me concentraba en ese tipo de pensamientos me volvería loca de desesperación... los gruñidos aumentaron de intensidad y la curiosidad pudo más, abrí los ojos y me di cuenta que las expresiones de los vampiros habían cambiado, ahora parecían entre sorprendidos y ¿asustados?... ¿Qué podría asustar a cuatro vampiros?... no lo sabía pero seguramente no debía ser nada bueno...



De entre los árboles que estaban a mi derecha salió un animal bastante grande, era completamente negro y parecía un oso... detrás de él había otros tres, dos tenían el pelaje gris, uno por completo y otro con un manchón blanco en el pecho y el que estaba más cerca de mí era color marrón... en ese momento recordé todos esos avistamientos de “osos” de los que tanto hablaba la gente... no eran osos... ¡Eran lobos!...




Pensé que ya había llegado al límite del pánico pero entonces vino a mi mente la voz de Bill diciéndome que una de las pocas “cosas” que podía matar a un Vampiro era un Hombre lobo y también... pegué un salto y jadeé al ver como los lobos saltaban sobre los vampiros, a unos cuantos metros de donde yo estaba petrificada, y éstos echaban a correr tan rápido que se hicieron borrosos... 



Se perdieron entre los árboles pero aún así escuché gruñidos y aullidos, tan agudos que los oídos me dolieron... si era cierto lo que Bill decía, los Hombres lobo eran tan o más peligrosos que los Vampiros y no tenía ni idea de si regresarían o no, ya fuera Vampiros o Lobos, este lugar no era seguro, así que obligué, con toda mi fuerza de voluntad, a mis piernas para que se movieran... dudé por un segundo al comprender que Georg estaba en ese momento luchando contra vampiros, no importaba qué tan imponente pareciera convertido en un gran lobo, en el fondo solo era un chico y era mi amigo, pero ¿Qué haría? después de pensarlo mejor desistí de la idea de “ayudarlo” ¿Qué posibilidades tenía yo contra cuatro vampiros? ninguna, él al menos no estaba solo y además estaban en igualdad de número... moví las piernas, las sentía débiles pero salí corriendo lo más rápido que pude mirando hacia el piso, lo último que quería era caerme o torcerme un pie, agradecí el haberme puesto mis tenis y rogaba que fuera en la dirección correcta hacia donde estaba mi auto... 



Sentía que el corazón se me salía por la boca y los oídos me pitaban pero logré seguir adelante y llegar a mi auto, abrí la portezuela a jalones con manos temblorosas y en cuanto estuve dentro puse todos los seguros de las puertas, seguramente eso no detendría a un Vampiro y por lo visto tampoco a un Lobo, pero me hacía sentir un poco mejor...





Saqué mi celular del bolsillo de mi pantalón, no estaba muy segura de a quién llamar, llamar a Arthur sería una estupidez... y llamar a Bill ¡También! No podía arriesgar a mi papá a que un vampiro lo matara ni a Bill a ser devorado por lobos, solo pensar en eso hizo que me dieran nauseas, pero cuando abrí el celular me di cuenta que la batería se había terminado y me había olvidado por completo de cargarlo, lo aventé al asiento trasero con una expresión de frustración... solo por un segundo una idea pasó por mi mente, quise quitarme mi anillo e intentar llegar hasta donde estaba Bill, pero esa idea se desvaneció cuando me di cuenta que era una locura, una estupidez, yo no tenía la certeza de que fuera real, durante todos estos meses Bill y yo nunca volvimos a hablar sobre ese día cuando creí estar soñando y me “transporté” hasta su casa, al final solo debió ser eso, un sueño y en este momento no tenía tiempo para ponerme a averiguar nada, tenía que salir de aquí...



Las manos me seguían temblando pero logré poner en marcha el auto y me di cuenta que estaba hiperventilando, aceleré todo lo que pude, en ese momento deseé que el motor no fuera tan lento, solo quería llegar a mi casa...



Respiré profundo y solté el aire muy lentamente varias veces, mientras aferraba ambas manos al volante para tratar de calmarme, pero cuando entré a la casa corriendo como un bólido y gritando me di cuenta que no había funcionado.



Arthur ya estaba en casa y me tomó por los hombros para detener mi carrera



-¡Beth! ¡¿Qué pasa?!- dijo aún sosteniéndome por los hombros



-¡No son osos! ¡Son lobos!- grité



-¿De qué hablas?- parecía preocupado



-El oso que han visto cerca del sendero y del río Ryck- dije tratando de sonar tranquila- ¡Es un lobo! bueno, son varios... ¡Los vi!



-¿Estabas en el bosque a esta hora? acaso no recuerdas que te pedí que no salieras sola- ahora parecía horrorizado- ¿Estás bien? ¿Te atacaron?- negué con la cabeza



-Lo siento papá, yo no...- fue lo último que se me alcanzó a entender antes de que rompiera a llorar casi hasta llegar a la histeria, sentí que por fin dejaba escapar toda la tensión del momento, mientras mi papá me abrazaba y prácticamente me arrastraba al sillón. Temí que pensara que mi reacción era exagerada, dado que yo estaba ilesa y que me hiciera más preguntas, pero por suerte no fue así, él pareció creer que era más que suficiente ver una manada de lobos para provocar un ataque de histeria como el que yo estaba teniendo.      



No supe cuanto tiempo pasó, debí quedarme dormida después de tanto llorar porque sentía los párpados hinchados, pesados y no tenía muchas ganas de abrirlos, me sentía cómoda y caliente, todo parecía indicar que estaba en mi cama, seguramente Arthur me había traído hasta aquí.



Hice un esfuerzo y abrí los ojos, estaba sobre mi costado, frente a la ventana, se veía muy oscuro allá afuera, por suerte la lámpara estaba prendida, traté de levantarme un poco pero unos dedos helados me lo impidieron tomándome del brazo, era Bill que estaba sentado junto a mí, sin pensarlo dos veces me lancé hacia él y lo rodeé con mis brazos mientras intentaba callar unos pequeños sollozos que se escapaban de mi garganta.





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23 sept 2011

CAPÍTULO 28:

Hallo!!! >_< tardé mucho en subir capi y había prometido que publicaría capitulos más rápido...
Sorry pero no contaba con que tendría tres examenes esta semana *w*
Bueno aquí les dejo este espero les guste ^_^



---------Narra Beth---------






Los siguientes días fueron extraños, había luchado por olvidarme de todo lo relacionado con el clan de Stralsund y casi lo había logrado a excepción de que aún me sentía algo nerviosa por la reacción de Bill, entre otras cosas... llegados a este punto hubiera preferido seguir sintiendo celos y no esto.




Él me había tranquilizado diciéndome que no tenía nada de que preocuparme, me había explicado acerca de la capacidad de Inna de “ver” los poderes de los vampiros y también me había explicado que la magia (como la de mi anillo) irradia una especie de “Campo de fuerza” que ella también podía notar, también me habló acerca de otra “clase” de personas... bueno realmente no sé como llamarles, Bill dijo que eran personas que podían utilizar la magia, pero que nada tenían que ver con trucos comunes y baratos como los que pueden hacer los seres humanos, no, esto es mucho más grande y poderoso... en realidad lo único que quiso decirme era que tenían afinidades con los elementos de la naturaleza, dijo que en otro momento me explicaría con más calma... además esas otras cosas que me hacían sentirme nerviosa era que tenía la sensación de ser observada, sí, era como si alguien o algo me persiguiera a todos lados en cuanto salía de la escuela, traté de calmar mi paranoia, pero creo que aún no lo lograba muy bien.




Llegué al grado de imaginar cosas, como pensar que algunas de mis blusas habían desaparecido, las había buscado por toda la casa, entre el cesto de la ropa sucia y no aparecieron, también creía ver personas que no conocía y que estaba casi segura que no vivían en la ciudad, Arthur conoce a muchas personas por su trabajo de jefe de policía, hasta me atrevería a decir que a todos los habitantes de Greifswald, que no son muchos claro y cuando le describí a una chica aseguró no saber de quién se trataba.




Me había topado más de tres veces con esa chica que parecía menor que yo, tal vez tendría unos 15 o 16, cabello rubio, alta y de un bien formado cuerpo, pero aunque la había visto a una distancia considerable pude darme cuenta que era muy hermosa, tal vez no podría ver a detalle sus facciones ni el color de sus ojos pero realmente parecía muy bonita, lo cual después de darle varias vueltas me provocó escalofríos, solo podía tratarse de... ¿vampiros?... bueno... Bill me había dicho que había varios vampiros regados por ahí en el mundo que llevaban una vida nómada, así que no sería raro que hubiera algunos, incluso, varios allá afuera... lo único que deseaba era que fueran como los Kaulitz y respetaran la vida de los humanos, aunque sinceramente lo dudaba, Bill me había dicho que era muy raro que se dieran casos como ese. Estaba dudando si contarle a Bill acerca de mi paranoia y todo eso, pero creí que era muy rápido para sacar esas locas conclusiones, tampoco era para pensar que todas las chicas bonitas o los chicos guapos fueran vampiros ¿no?






Un sábado por la mañana decidí ir a Greifswalder Bodden a visitar a Kelly y Gus, tenía ganas de sentirme “normal” y tranquila alejada de mis pesadillas con Inna y vampiros que no conocía. Era noviembre y la carretera estaba cubierta por una alfombra de hojas a las que la tenue luz del sol les daba una tonalidad dorada, aunque el viento era un poco frío.






Pasamos un rato en la playa riéndonos y hablando de los planes que teníamos para cuando termináramos la preparatoria, nos parecía imposible que el tiempo se hubiera ido tan rápido. Al parecer Kelly había cambiado de planes, hace un año, cuando la conocí me había dicho que se mudaría a una ciudad más grande y estudiaría Biología marina, a ella siempre le ha llamado mucho la atención todo lo que tuviera que ver con el mar, bueno creo que todo lo que tenga que ver con el agua, pero esta vez dijo que había decidido quedarse aquí, aunque no nos dijo el motivo de ese cambio.


Gus también quería mudarse a otra ciudad e ir a una Universidad más grande, por lo que trató de convencer a Kelly que se fueran juntos pero no lo consiguió... me di cuenta que Kelly lo miraba como con preocupación o algo así, la verdad no entendía porque, hasta que recordé que lo más probable era que Gus también se convirtiera en licántropo.







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Al final me pareció que detrás del cambio de planes de Kelly había un motivo relacionado con todo eso, seguramente era esa la razón por la que ya no pensaba irse... ¡Pero eso quería decir que ella sabía del secreto de la manada! por un segundo casi grito de la emoción, durante tantos meses me había sentido como si estuviera cargando un gran peso en mis hombros sin poder decirle a nadie la verdadera razón del distanciamiento que Georg tuvo con nosotros y ahora me daba cuenta que si Kelly conocía la verdad, las dos podríamos hablar libremente de varias cosas, pero hice un esfuerzo para controlar mi alegría ya que por lo visto Gustav seguía ignorando todo aquello, debía buscar otro momento para hablar con ella.




Por la tarde recogimos nuestras cosas y yo regresé a mi casa, papá seguía preocupado por las desapariciones de varias personas y por lo tanto tenía terminantemente prohibido andar sola por las calles de noche y llegar muy tarde a casa... suspiré y toda la emoción de las últimas horas se esfumó al recordar la “teoría” que tenía sobre las desapariciones (que en la última semana se habían duplicado) y los hombres lobos... sacudí la cabeza para hacer que todo eso desapareciera de mi mente antes de que terminara asustada de nuevo, se suponía que hoy había decidido pasar un día “tranquilo”.




Cuando estaba abriendo la puerta de nuevo sentí como si alguien me estuviera observando, giré la cabeza para todos lados en busca de alguien más, pero no había más personas a excepción de la señora Sören que vivía a unos metros de mi casa, me saludó antes de marcharse en su coche, así que entré.




Después de comprobar que papá no llegaba aún, subí a mi recámara, tomé mi laptop y la encendí, acababa de escribir un correo para mi mamá como cada sábado cuando me di cuenta que en el espejo de mi tocador había un pedazo de papel, lo tomé, era una nota...






Nos vemos en el bosque,
en el claro de siempre...



Te amo
Bill.






Me emocioné cuando la leí ya que no había visto a mi novio desde dos días atrás porque las mañanas habían estado soleadas, además habíamos pasado momentos románticos en ese claro, ahí había sido donde habíamos hablado y aclarado todas nuestras “diferencias” y habíamos comenzado a andar juntos.




Buscaba en el closet un suéter que hiciera juego con mi blusa de encaje rosa cuando recordé que sería buena idea cambiarme los zapatos, por la mañana me había puesto unas bailarinas beige

que no me habían dado problemas para caminar por la arena, pero no sería igual caminar en el bosque lleno de raíces y ramas, no quería acabar con una torcedura de tobillo así que me puse mis tenis y salí.




Mientras estacionaba el auto al pie de la carretera tomé la nota que había puesto en el tablero del auto y la volví a leer, esta vez detenidamente, mientras conducía me había dado cuenta que era raro que Bill me hubiera dejado una nota, por lo regular el me llamaba para citarnos en algún lugar y casi siempre pasaba a recogerme, había algo en esa nota que parecía extraño, pero la letra era idéntica a la de Bill... ¡no por favor! de nuevo yo y mi paranoia... la volví a dejar donde estaba y abrí la portezuela encogiéndome de hombros, de todos modos ya estaba aquí.




Mientras me adentraba en el bosque el sol se estaba ocultando y comencé a sentir ese maldito dolor de estomago que siempre viene con los nervios, seguramente algún día terminaría con una úlcera... me repetí varias veces que si no veía a nadie en el claro me marcharía inmediatamente... y así fue, el claro estaba totalmente solo y había un silencio que hizo que me diera un retortijón, suspiré y di la vuelta




-¿Por qué tan rápido?- escuché una voz casi dulce pero que a la vez hizo que se me pusieran los pelos de punta y cuando giré la cabeza había un chico en medio del claro y en un instante comenzaron a salir detrás de los árboles otros dos y una chica... sentí que mi boca se abría de la impresión... los cuatro eran como estatuas de mármol en medio del claro...




-Sí Beth ¿Por qué te vas tan pronto? ¿O es que vas a llamar a tus “amigos” hechiceros?- me helé cuando otro de los chicos dijo mi nombre y aún así me di cuenta del entrecomillado cuando usó la palabra amigos




Pero no tuve tiempo de pensar a qué se refería y menos a preguntárselo, quise salir corriendo en cuanto me di cuenta del color rojo de sus pupilas




y ver que se estaban acercando más, pero mis piernas no respondían, estaban pegadas al suelo y las sentía pesadas y el pánico se estaba apoderando por completo de mí... sabía que no debía permitirlo si quería volver a casa sana y salva, el pánico te impide pensar y yo realmente necesitaba pensar en un plan de fuga... no podía correr, no serviría de nada, ellos me alcanzarían antes de haber corrido un metro... tal vez si lograba distraerlos un poco, no sé, quizá hablar con ellos razonablemente y persuadirlos de matarme...




No, por desgracia no pude seguir luchando contra el pánico, no había pasado más de un segundo después de haberlos escuchado hablarme y yo ya sentía las piernas débiles, pensé que tal vez me desmayaría y realmente creí que sería muy afortunada de ser así, tal vez de esa forma no sentiría mi muerte... pero ellos seguían avanzando y la “inconciencia” no llegaba, genial, ni para eso tenía suerte, sentía la frente empapada de sudor frío y eso era peor, solo estaba intensificando más mi olor... rogué mentalmente que esto terminara pronto, estaba a punto de llorar... quería que Bill estuviera aquí conmigo... solo eso... poder ver por última vez al amor de mi vida...




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Comenten pliss!!! =)

12 sept 2011

Capítulo 27:

--------Narra Beth--------








Mientras seguíamos en la cafetería Mila trató de hacerme ver que no tenía motivos para sentirme celosa y pensé que me resultaría imposible, hasta que comencé a sentir una mezcla de tranquilidad y optimismo que llenaban todo mi cuerpo, fue entonces cuando le dediqué a Andreas una mirada cargada de agradecimiento que él me devolvió con una sonrisa, tratándose de Andreas eso era como haberme dado un abrazo.




No era que él y yo nos lleváramos mal, al contrario, él a veces parecía cuidarme, en las ocasiones en las que me sentía nerviosa o asustada él siempre influía sobre mis sentimientos para hacerme sentir mejor, el único problema era que Andreas no había logrado alcanzar aún el mismo nivel de autocontrol que los demás Kaulitz, por lo que guardaba una distancia prudente conmigo. Al principio pensé que no le caía muy bien, pero después me di cuenta que no era así, esta era su manera de “protegerme” y yo se lo agradecía, pudo haber sido más fácil para él haber acabado conmigo cuando nos conocimos.


Mila insistió para que la acompañara a su casa, dijo que sería buena idea conocer a Inna y sus hermanas, así me daría cuenta que no debía sentirme insegura, que para Bill ella era solo una buena amiga y finalmente acepté. Nos subimos a su auto y tardamos en llegar a su casa aún menos de lo que tardaba en llegar Bill. Cuando salí del auto me sentía nerviosa pero respiré profundo y traté de convencerme de que no había motivos para sentirme así, tal y como lo había dicho Mila.




La puerta se abrió sin necesidad de tocar, era Bill así que él debía haber escuchado los pensamientos de su hermana, me besó en la mejilla y me tomó de la mano mientras nos dirigíamos hacia la sala; allí entre la sala y el vestíbulo, estaba de pie una hermosa chica de largos rizos rubios, imaginé que se trataba de Inna por la descripción que Bill había hecho de ella en una ocasión, pero pensé que se había quedado corto, parecía una hermosa y delicada muñeca de porcelana. Detrás de ella estaba Tom y junto a él había otras dos chicas no muy altas, calculé que debían de haber tenido solo un par de años más que yo al momento de haber sido convertidas, una era de cabello castaño claro, la otra lo tenía un poco más oscuro y las tres compartían el mismo color café dorado de ojos.




Bill nos presentó, Sonja era la de cabello castaño, Julya la de cabello oscuro y por supuesto Inna era la rubia.




Tal como la vez en la que Bill me había presentado a su familia, ninguna de ellas dio un paso hacia mí ni intentó darme la mano, ellas me sonrieron amablemente, excepto una, Inna solo permaneció seria y parecía estudiarme con la mirada lo cual me hizo sentir bastante incomoda y nerviosa, imaginé que tal vez ella estaba decepcionada al haber conocido a la novia de Bill, tal como yo lo había dicho, ella seguramente pensaría que yo era insignificante al lado de ella.




Ni siquiera pude seguir la charla que inició Mila ya que Inna no dejaba de mirarme, además me daba la impresión de que cada momento que pasaba ella se ponía más ansiosa, eso era extraño, yo no encontraba ninguna razón por la que alguien como yo pudiera poner ansioso a un vampiro. Al menos no fui la única que lo notó, Bill mantuvo una rara expresión, con el ceño fruncido mientras observaba a Inna. En ese momento deseaba que Andreas llegara pronto y tranquilizara el “ambiente” pero lamentablemente no fue así




-Bueno, tengo que ir a dejar a Beth- dijo Bill de pronto levantándose de su asiento y casi inmediatamente ya estaba dirigiéndose a la salida




Me apresuré a despedirme de todos con un movimiento de mi mano y caminar lo más rápido que pude para alcanzarlo, al salir él todavía tenía esa misma expresión preocupada y yo tenía mil preguntas en la cabeza, quería saber ¿Qué era lo que había pasado con Inna? ¿Por qué parecía como si yo la hubiera puesto intranquila? ¿Por qué me miraba de esa forma? ¿Qué era lo que había leído él en su mente?... eran tantas pero ninguna llegó a mi boca, aún me sentía nerviosa y aturdida y preferí no hablar, bueno de hecho ninguno de los dos habló durante el camino a mi casa, solo se escuchaba el repiqueteo de las gotas de lluvia en la carretera.




Ya había pasado bastante tiempo desde la última vez que había tenido problemas para dormir y justo esa noche las pesadillas regresaron. En mi sueño reviví el momento en el que entraba a la casa tomada de la mano de Bill, luego la veía de espaldas a mí, de pie entre la sala y el vestíbulo, ella se giraba para verme y de pronto todo sucedía tan rápido, ni siquiera sabía como reaccionar en el sueño, lo único que hacía era permanecer detrás de Mila mientras intentaba entender lo que estaba pasando, Inna se inclinaba hacía mí en una actitud claramente ofensiva mostrándome sus largos y puntiagudos colmillos, incluso podía ver como se tensaba todo su cuerpo y parecía dispuesta a atacarme, inmediatamente Bill y Mila se colocaban delante de mí protegiéndome, también Bill se veía tenso y parecía dispuesto a saltar hacía lo que fuera que quisiera hacerme daño y un segundo después lo dos se enfrascaban en una pelea, todo era borroso... de pronto lo único que podía ver era a Bill tirado en suelo y a Inna con los labios manchados de sangre, en ese momento grité y abrí los ojos, por suerte ya era de día y un poco de luz se colaba por la ventana, eso era realmente reconfortante... sabía que esto no era más que una pesadilla, pero algo dentro de mí me decía que algo no muy bueno estaba por pasar.


















------Narra Bill------








Mi hermana me convenció de que sería bueno que Beth conociera a Inna, aprovechando que ellas estarían de visita en un par de días y pensándolo bien tal vez tenía razón, finalmente ellas eran muy allegadas a la familia y dentro de algún tiempo Beth formaría parte de esto.






El día que llegaron, Mila llevó a Beth a la casa y en cuanto Inna la vio pude ver en sus pensamientos que notaba algo extraño en Beth, Inna tiene la capacidad de “ver” los poderes de algunas personas, bueno más bien de los vampiros. Ella la estudió lo más a fondo que pudo pero no logró averiguar a ciencia cierta de que se trataba, solo podía notar una especie de “fuerza” irradiando de Beth y por alguna extraña razón comenzó a inquietarse, por su puesto no solo yo noté su incomodidad, Beth también lo hizo, por su expresión podía ver que eso la asustaba, así que decidí que era momento de llevarla de regreso a su casa y más tarde hablaría con Inna, tenía que explicarme varias cosas, sinceramente esto era muy extraño, ella nunca había podido notar nada extraño en los humanos ¿Cómo era posible que Beth fuera la excepción?




Durante el trayecto a su casa los dos permanecimos en silencio, Beth se dedicó a mirar por la ventanilla con gesto ausente, me imaginé que ella tendría varias preguntas de lo sucedido, pero no hizo ningún intento en hablar y yo preferí que hubiera sido así ya que de todos modos yo tenía las mismas preguntas rondando en mi cabeza. Me despedí de ella con un beso y volví a mi casa.




No tardé mucho en dar con Inna, ella estaba con Julya, Sonja y Mila en el patio trasero de la casa y justamente estaban hablando de Beth, bueno más bien discutiendo




-No, no puede ser, ella no es humana- dijo Inna, parecía cansada de haberlo repetido varias veces




-Claro que lo es ¿Qué otra cosa podría ser?- dijo Mila cruzándose de brazos




-Pues... no lo sé, pero noté algo...




-Exactamente ¿Qué fue lo que viste?- interrumpí a Inna, ella suspiró




-Es difícil de explicar, pude sentir una... fuerza extraña irradiando de ella... pero no era lo suficientemente constante y clara como para que pudiera decir con exactitud de que se trata, lo único de lo que estoy segura es que eso no es normal en un humano...


-Espera dijiste ¿“Fuerza”?- dijo Sonja




-Sí...




-Solo hay una clase de “poder” que irradia un campo de fuerza- dijo Julya y pude ver que todos estábamos de acuerdo en eso, todos sabíamos a lo que se refería




-Solo la magia puede hacer eso- dije y sentí como todo mi cuerpo se relajaba, no me había dado cuenta de cuanto me había preocupado toda esta situación -Y realmente no es tan extraño que Beth irradie fuerza, ya que ella siempre lleva puesto un anillo que al parecer fue hechizado con magia




-¿Un anillo?- preguntó Inna




-Sí, no sabemos muy bien de qué clase de magia o de donde salió, pero es cierto lo que dice Bill, no hay nada de que preocuparse- dijo Mila encogiéndose de hombros


-Pues yo no creo que haya motivos para no preocuparse, al contrario, que ella tenga un anillo o lo que sea con magia da igual, lo que realmente importa es saber de donde salió y como llegó a ella, hasta donde sé los únicos con esa clase de objetos hechizados están relacionados con brujos ¿o no? Y no creo que ningún vampiro quiera estar cerca de uno de ellos. Beth podría ser un peligro para todos nosotros- dijo Inna ferozmente, podía notar sus palabras cargadas de odio hacia Beth y de nuevo una oleada de pánico mezclada con furia me invadió al darme cuenta de los pensamientos de Inna...






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8 sept 2011

Capítulo 26:


Hallo!!!

bueno ps 1000 gracias a todas las ke se han tomado el tiempo para visitar el blog y el leer fic... pero pliss dejen comentarios o algo... por lo menos diganme si algo no les está gustando y pues igual y lo puedo cambiar un poco o no se...

porque pienso que no les gusta y me pone triste =( y no quiero porque hoy estoy feliz porque me cayó del cielo la inspiración... jajaja!!! y pues ya tengo varios capitulos listos así que espero poder subir más seguido =D

y ps aki va otro cap...


--------Narra Bill--------












Tenía ganas de olvidarme de todo y dejarme llevar por todas las emociones que Beth me hacía sentir... pero tenía miedo, miedo de que en un momento tan intenso no pudiera tener un completo dominio de mí, de no poder ser capaz de controlar mi sed y hacerle daño. Había momentos en los que creía ser capaz de cualquier cosa con tal de volver a probar la exquisita sangre de Beth y eso me asustaba un poco. Haciendo acopio de toda mi fuerza de voluntad me fui apartando poco a poco de ella y terminé el beso.








Ya habíamos acordado que viajaríamos a Francia la semana entrante y al parecer Beth ya tenía todo listo para el viaje, pero tuvimos que cancelar todo, en el último momento Britta telefoneo a Beth para decirle que tenía que hacer un viaje de trabajo, debía tomar un curso que le llevaría por lo menos 3 semanas por lo que obviamente no podría estar con su hija. Beth trató de tomar las cosas con calma, se notaba que hacía un gran esfuerzo para no desesperarse, ella en verdad sentía mucha curiosidad por averiguar algo acerca de su anillo y debo confesar que yo también.




Durante las vacaciones intenté distraer a Beth por todos los medios para que no estuviera tan ansiosa, pasábamos largas horas en mi casa, a veces en la suya, claro casi siempre bajo la supervisión de Arthur, él a menudo trataba de ignorarnos lo mejor que podía pero por lo regular seguía en su papel de padre celoso, además él seguía viéndola como su “niña pequeña” y no le agradaba mucho que tuviera novio y menos uno como yo, digo para ser honestos mi aspecto no siempre logra causar una muy buena impresión con los padres... si supiera que encima de todo le llevo más de 70 años...




Cuando llegó el momento de regresar a la escuela, decidí hacer algunos cambios, esta vez Beth y yo tomábamos las mismas clases y prácticamente no nos separábamos, excepto los días en los que almorzaba con Kelly y Gustav.




A lo largo de casi 5 meses la amistad entre mis hermanos y Beth se consolidó lo suficiente como para que ella se sintiera de la familia y esa idea me agradaba mucho, Beth seguía sorprendiéndome, me costaba trabajo entender como era posible que una chica humana se sintiera tan bien estando rodeada de 6 vampiros... pero ella era así, no era como las demás, fue algo que supe desde el primer momento en que me topé con sus hermosos ojos, esos ojos color chocolate que podían transmitir todo lo que ella sentía sin necesidad de decir ni una sola palabra y en los que podía perderme durante horas sin importar lo que pasara a mi alrededor.




Había momentos en los que dudaba acerca de la decisión tan egoísta que había tomado al acercarme a Beth y comenzar esta relación, una relación con la que prácticamente la estaba condenando a muerte... pero cuando veía el cariño que mis padres y mis hermanos demostraban hacia ella me trataba de convencer de que al final valdría la pena, Beth siempre se había mostrado muy segura acerca de su decisión de estar para siempre junto a mí, aún sabiendo lo que eso significaba. Ella me amaba tan intensamente como yo.


Toda la paz y tranquilidad de la que estaba llena mi vida desde que tenía a Beth cerca de mí cambió de un momento a otro sin que yo me lo esperara, de entre todas las cosas que podría haber imaginado, nunca hubiera pensado que la llegada de una persona lo fuera a cambiar todo...









---------Narra Beth--------






Estaba tan emocionada con la idea de ir a Francia con Bill, que no pensaba en otra cosa, ni siquiera había querido hablar con Georg... no sabía que decirle.




Para colmo Arthur había tenido bastante trabajo durante las últimas semanas y había tenido que llegar bastante tarde a casa debido a que varias personas, en su mayoría turistas que venían de excursión al bosque habían desaparecido, hasta la fecha eran 6 personas y todo parecía indicar que estaban muertas... todo esto tenía bastante alterada a toda la gente de la ciudad... en especial a mí... había comenzado a sospechar algo horrible y pensaba que Dave, Ernest, Frank y por consiguiente Georg tenían algo que ver... ¿Cómo podía él ser capaz de algo así? No me atrevía ni a pensar que mis sospechas fueran ciertas y que mi mejor amigo fuera un monstruo, uno verdadero y malvado capaz de... de asesinar personas, la sola idea me provocaba nauseas y una profunda tristeza. A pesar de mis sospechas me costaba trabajo pensar que tendría que dejar de verlo fuera lo que fuera en lo que se había convertido y además ¿Qué pretexto le iba a dar? sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarlo pero por el momento no me sentía preparada, para colmo no podía revelar la identidad de Bill, tenía que ser cuidadosa con respecto a ese tema y no debía permitir que nadie sospechara la verdad... mucho menos una manada de lobos.




Y por otro lado no había olvidado las palabras que me había dicho Bill: “He sido muy egoísta al pretender que estés conmigo, casi no hemos hablado de lo que significa que estemos juntos, una vez que te conviertes en un vampiro, no hay marcha atrás... quiero que pienses bien las cosas, que pienses en todo lo que dejarías... y también sabes que no voy a obligarte a nada, tu eres libre de decir que no”




Era cierto, no habíamos hablado mucho del tema, yo sabía que era inevitable que una vez transformada en una vampiresa iba a tener que alejarme de mi familia por lo menos por un tiempo (por la seguridad de ellos, aunque Bill me había prometido que me ayudaría a controlar mi sed de sangre humana, tal como sus padres habían hecho con él) de mis amigos, sobre todo de Georg y lo más probable era que también de Gus.




Bill me había dicho que Gustav también era un descendiente de los licántropos, así que llegado el momento no podría seguir siendo amiga de ellos.




Según Bill, los hombres lobo y los vampiros son enemigos “naturales”, o sea que no había ni una posibilidad de que pudiéramos estar cerca, al menos él no conocía ni una sola “historia” acerca de vampiros siendo amigos de hombres lobo.




Todo eso me ponía triste, pero aún así era más grande y más fuerte mi amor por él y mi deseo de permanecer a su lado para siempre, traté de olvidarme de todo y centrar mis pensamientos en el viaje que haríamos en 2 días... y no dejaba de recordar cuando estábamos en la bodega la semana pasada, Bill me abrazó y me besó de una forma que hacía que todos mis sentidos se activaran... sentir sus manos recorriendo mi espalda era electrizante, él casi nunca lo hacía, siempre trataba de controlarse cuando estaba conmigo, decía que era por mi seguridad que no debía perder el control.




Yo no lo presionaba, pero sinceramente me importaba muy poco mi seguridad, si ese era el “precio que tenía que pagar” por amar a Bill, lo haría gustosa, además yo ya había decidido que quería que me transformara y no tenía miedo de que volviera a morderme, confiaba en él lo suficiente como para estar segura de que se detendría a tiempo antes de matarme, pero él tenía razón aún no era el momento, aún había varias cosas que hacer antes, entre otras, averiguar de donde había salido mi “mágico” anillo... pero a solas en mi recamara no podía hacer mucho por evitar que mi mente volara imaginando como sería sentir las manos de Bill recorriendo mi cuerpo desnudo.


(bueno imaginen que es Bill jejje!!! =p)






Lamentablemente no pudimos hacer el viaje, mi mamá llamó para decirme que en su trabajo la habían mandado a un curso que duraba 3 semanas, así que no podríamos pasar tiempo juntas y no tenía sentido que fuera. No me gustó mucho la noticia, en parte porque la extrañaba y deseaba mucho estar con ella y en parte porque ya me había hecho ilusiones de pasar unas vacaciones “románticas” con mi sexy vampiro en Paris... afortunadamente no tuve que renunciar a ese deseo porque Bill y yo pasamos juntos el resto de las vacaciones.




Casi del diario iba a casa de los Kaulitz, cada día que pasaba me sentía mejor con ellos, ellos me hacían sentir prácticamente de su familia. Mila y yo nos hicimos más amigas de lo que ya éramos, si es que eso podía ser posible, era como la hermana que nunca tuve; algunas veces llegué a notar que a Kelly le molestaba que últimamente pasara más tiempo con Mila que con ella y para mí era confuso, Kelly me agradaba demasiado y la quería mucho, era alegre y sentía que me aceptaba tal y como era (o sea bastante torpe y tímida) pero desgraciadamente había ciertos “secretos” que no me permitían pasar el tiempo a su lado que yo hubiera querido y precisamente eso era lo me unía más a Mila, con ella podía hablar de lo que fuera sin miedo a que me tachara de enferma mental.




Los últimos 5 meses me parecía sentirme en el paraíso, estar cerca de Bill hacía que todo fuera mejor... hasta la escuela parecía agradarme más cada que lo veía ahí sentado junto a mí, este sería nuestro último año de preparatoria y Bill había decidido que tomáramos las mismas clases así que escogimos el mismo horario y no nos separábamos... todo era tan perfecto que me parecía estar soñando, todavía no me cabía en la cabeza que alguien como él estuviera enamorado de alguien como yo, a menudo me parecía imposible.




En la escuela había chicas mucho más atractivas que yo y ni que decir si me comparaba con Mila, bueno, en realidad ni siquiera creía que hubiera un punto de comparación entre ella y yo. Algunas veces pensaba que a Bill debía de estarle fallando la vista, sobre todo si se tenía en cuenta que debía haber más de una hermosa vampiresa interesada en él y yo solo era una simple y aburrida humana... por eso no pude evitar sentir un poco de celos cuando una mañana durante el receso Bill me dijo que Mila había “visto” que llegarían visitas de Stralsund.




Inna y sus hermanas Julya y Sonja estarían unos cuantos días. Bill me había hablado un poco sobre ellas, eran amigas de su familia desde hacía muchos años y al parecer compartían la manera de pensar de los Kaulitz acerca de respetar la vida humana, ellas también se alimentaban cazando animales, también me había contado acerca de los sentimientos de Inna hacia él; Bill me había jurado que no tenía nada de que preocuparme, yo era la única que ocupaba sus pensamientos y su corazón, algo dentro de mí estaba segura de que así era pero por más que lo intentaba no me sentía muy segura de mí mientras se tratara de competir con una vampiresa y lamentablemente sabía de sobra que yo no estaba a la altura de ser una “rival” para ella...








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2 sept 2011

Capítulo 25:

-------Narra Bill--------

Mila “pronóstico” que dos días de la semana estarían soleados así que no pudimos asistir a clases y salimos de caza durante la noche... pero la cacería ya no era tan divertida para mí, antes solía disfrutar de toda la adrenalina al correr detrás de mis presas sintiendo la brisa golpeándome la cara... los osos y los leopardos siempre han sido mis favoritos, desgraciadamente en Greifswald he tenido que conformarme con venados, alces, jabalíes y en ocasiones hasta zorros... por eso pensé que ahora que habíamos ido un poco más lejos disfrutaría de la variedad que tenía delante de mí, pero no fue así, lo único en lo que podía pensar era en ella, aunque no niego que disfruté el tiempo que pasé respirando el aire puro y fresco, un aire que no olía a Beth, y que por consiguiente no me quemaba ni me ardía al respirar... aún así me resultaba difícil separarme de Beth, sentía un vacío en mi pecho... ni modo, debía alimentarme lo suficiente por su propia seguridad.




El lunes por la tarde me encontraba caminando por el pasillo de las habitaciones, cuando de pronto vi de reojo, una silueta junto a la ventana de mi habitación, estaba de pie, me giré entrando a mi recámara y me di cuenta que se trataba de Beth, pero notaba algo extraño




-¿Beth?- la llamé, ella estaba de espaldas a la puerta por lo que no me vio llegar




-¡Hola!- dijo sonriéndome y girándose para verme




-¿Qué haces aquí? ¿Cómo llegaste?- le pregunté, a pesar de haber venido varias veces a mi casa ella no podría llegar sola ya que vivíamos en una zona a las afueras de la ciudad, fue entonces cuando noté que se veía como si fuera transparente, incluso podía ver la ventana a través de ella. Beth solo se encogió de hombros




-Más bien ¿Qué haces tú en mi sueño?- me respondió ¿Sueño? no, esto no era un sueño, ella estaba realmente en mi recámara, le dije que no era un sueño y también le mencioné que se veía transparente




-¿Recuerdas lo que estabas haciendo antes de llegar acá?- pregunté mirándola de arriba abajo tratando de buscar la causa de su “apariencia”, en ese momento me percaté que no llevaba puesto su anillo de plata




-¿Beth te quitaste el anillo?- dije señalando su mano, pero no obtuve ninguna respuesta porque en ese instante ella desapareció, así de la nada,




Me quedé unos minutos más ahí parado en medio de la habitación tratando de comprender lo que acababa de ver, pero no había ninguna explicación convincente que pudiese darme, así que decidí que lo mejor sería ir a buscarla y hablar con ella personalmente. Tomé una chamarra del perchero y bajé a toda prisa las escaleras.




-¿A dónde vas?- preguntó Tom, él y Andreas estaban jugando “Play” sentados en el suelo de la sala




-Va a ver a Beth ¿Cierto?- dijo Mila detrás de mí, ok a veces era un poco fastidioso no poder tomar decisiones sin que los demás se enteraran, bueno, no es que yo les concediera mayor privacidad a los demás... así que no podía quejarme




-Sí, mmm...- me dirigí hacia ellos, pensé que tal vez sería bueno contarles lo que acababa de ver, probablemente alguno tendría una explicación- acabo de ver a Beth, estaba en mi recámara pero se veía... no sé... como transparente...




-¿Cómo? ¿Transparente, como un fantasma?- dijo Andreas




-Sí, algo así, pero solo pude cruzar unas cuantas palabras con ella por que desapareció...




-¡No inventes!- me interrumpió Mila- Creo que si te urge tomarte unas vacaciones, deberías de adelantar tu viaje a Francia- ya lo dije, uno no puede planear nada




-¿Vas a ir a Francia?- preguntó Tom




-Sí, iré a París con Beth... aunque aún no tenemos decidida la fecha, ella quiere visitar a su mamá y también aprovecharemos para preguntarle algo acerca del anillo de Beth- los 3 me miraron confundidos así que les conté todo lo que había pasado el día que Beth se quitó el anillo en el restaurante


-O sea que ¿Dices que el anillo hace a Beth inmune a nuestros poderes?- dijo Tom sin poder aguantarse la risa




-Pues sí y por lo visto no solo es eso, hace un rato me di cuenta que ella no lo traía puesto cuando estuvo aquí, realmente no entiendo que pasó pero estoy seguro que el anillo tiene algo que ver




-Exactamente ¿Cómo es el dragón que tiene grabado?- preguntó mi hermana




-Está apoyado en sus patas traseras y lanzando fuego por el hocico...- vi que ella recordaba haber visto una figura similar- ¿Dónde lo has visto?- dije




-En un libro de la biblioteca de papá, pero fue hace años... no recuerdo como era la cubierta del libro ni nada de eso




-¿Al menos recuerdas de qué hablaba el libro?- le pregunté, noté que hacía un esfuerzo por recordar pero no lo consiguió




Me convencieron de no ir a buscar a Beth, sería mejor no asustarla con todo esto del anillo, sabía que esto la ponía nerviosa, lo supe el día que pude escuchar sus pensamientos afuera del restaurante, lo mejor era que no pensara en el anillo, sobre todo hasta que pudiéramos hacer el viaje.








Por fin los días nublados y húmedos volvieron y mis hermanos y yo pudimos volver a la escuela.


Los siguientes días notaba a Beth algo extraña, pero no me había atrevido a tocar el tema de lo sucedido en mi casa. Mientras estábamos en nuestro “escondite” a la hora de la salida, Beth se aferró a mí, parecía a punto de llorar, nos sentamos en el piso y la rodeé con mis brazos




-Ya sé por que Georg ha estado comportándose tan raro... ¿Tú también lo sabes verdad?- me dijo en un susurro




-¿Él te lo dijo?




-Sí, bueno... me dio pistas para que lo adivinara- me contó que la había ido a ver el sábado en la madrugada y la manera en que lo había “adivinado”




-Perdóname, no podía decirte nada- dije acariciando su sedoso cabello castaño




-Sí, lo sé, no estoy molesta contigo- me dijo con una leve sonrisa- Es solo que me siento confundida, no puedo creer que Georg sea un... un hombre lobo... además eso significa que no puedo seguir siendo su amiga...




-¿No? ¿Es por mí?




-mmm... sí, en parte... Bill no puedo dejar que él descubra que eres un vampiro, cuando me contaron las leyendas, mencionaron que los hombres lobo podían matar a un vampiro... ¿Es cierto?




-Sí, es una de las formas, solo hay dos... pero Beth- dije tomando su rostro entre mis manos para que nos miráramos a los ojos- He sido muy egoísta al pretender que estés conmigo, casi no hemos hablado de lo que significa que estemos juntos, una vez que te conviertes en un vampiro, no hay marcha atrás... quiero que pienses bien las cosas, que pienses en todo lo que dejarías... y también sabes que no voy a obligarte a nada, tu eres libre de decir que no...




-No me importa dejar atrás todo por estar contigo- me interrumpió- no me mal interpretes, sí es necesario que deje de ver a mis amigos lo haré... lo que sea, pero de verdad quiero estar contigo- pude ver en esos ojos achocolatados que tanto adoraba que estaba siendo sincera




Nos abrazamos fuertemente y fuimos acercándonos, nuestros labios se buscaban con desesperación, nuestras manos comenzaron a recorrer nuestros cuerpos mutuamente tirando de nuestras chamarras que terminaron en el suelo sin dejar de besarnos... el beso se hizo más profundo y nuestra respiración era entrecortada, metí mis manos por debajo de su blusa y acaricié su espalda... podía escuchar como se aceleraban los latidos de su corazón al igual que su pulso... Beth metió su mano bajo mi camiseta y el roce de sus dedos calientes sobre mi pecho hacía que me volviera loco y quisiera más...




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Espero sus coment mis lindas lectoras!!!
¿Qué creen que pasará??? =D

y vielen kusses a Claus... 1000 gracias linda por comentar siempre!!!! T.K.M!!!