RESUMEN


¿Qué harías si todo tu mundo cambiara derepente? ¿Si todo lo que pensabas imposible fuera real? Si la persona que más amas estuviera a punto de matarte... y guardara un secreto que podría cambiar tu vida...


CATEGORIA: hetero.

GÉNERO: romance, vampiros

PERSONAJES: Tokio Hotel

CLASIFICACIÓN: +15

TERMINADA: no

21 nov 2011

Capítulo 37:


Hallo!!! les paso a dejar este capi...
espero les guste y dene sus comentarios ñ.ñ
se va sin música...
ando de prisa porque ya debería estar estudiando para los examenes finales U.U pero ya me había tardado mucho en subir capi...
Lean!!! =)

---------Narra Beth--------




Bill quería que regresara a mi casa o a algún lugar lejos del bosque donde pudiera estar a salvo, pero ni loca volvería a mi casa, si las cosas salían mal o algún vampiro lograba escabullirse y seguir mi rastro llegaría hasta mi casa y por consiguiente no solo yo estaría en peligro sino que mi papá también... después de hacérselo saber a Bill estuvo de acuerdo, a regañadientes por supuesto, a que me quedara en una zona cerca del mar, entre todos habían decidido que era lo más conveniente, no estaría lo suficientemente cerca del claro como para estar en peligro pero sí lo suficiente como para que me pudieran tener vigilada, además Bill me dijo que podía quedarse conmigo y solo si fuera necesario intervendría en la batalla, cuando escuché eso sentí que un enorme peso se me caía de los hombros, había estado sintiendo una opresión en el pecho a causa de la preocupación, sabía que Bill era fuerte y veloz por ser un vampiro, pero aún así me aterraba la idea de que alguien pudiera herirlo.



Todavía se podía ver con claridad cuando llegamos al lugar, el sol se estaba ocultando y aún no eran ni las 5:30, había una especie de gruta que sería de gran ayuda con la tormenta de nieve que ya estaba empezando, Georg y Bill instalaron la tienda de campaña mientras yo esperaba dentro del auto con la calefacción encendida, ninguno de ellos dijo una sola palabra y el ambiente tenía una ligera carga de tensión pero al menos ninguno parecía tener intenciones de comenzar una discusión, terminaron en la mitad de tiempo que les llevaría a cuatro personas juntas hacerlo.



Me metí en la tienda, lo cual requirió todo mi esfuerzo, casi no podía moverme con todas las capas de ropa que llevaba encima, todas de Mila claro, era para intentar camuflajear mi olor y evitar que los vampiros me siguieran hasta allí, Bill también me había pedido que me quitara el anillo para evitar cualquier rastro de magia que los otros vampiros pudieran detectar, cuando entré en la tienda de campaña me di cuenta que Bill había cargado con comida como para acampar toda una semana, me imaginé que con el frío de la tormenta me haría ingerir todas las calorías que pudiera para mantenerme caliente, también había traído mi Ipod cargado por si me aburría, pero eso era imposible yo nunca me aburría estando con él, pero se lo agradecí de todos modos.


Durante toda la mañana había estado controlando mis nervios, intentaba olvidarme del hecho de que mis amigos estaban a unas cuantas horas de enfrentarse a quién sabe cuantos vampiros comandados por Inna seguramente, pero en las últimas horas cada vez me era más complicado y lo hacía todavía más difícil el ruido sordo que producía la tormenta... a parte de eso no se escuchaba nada más, por eso me sorprendí cuando vi la sombra de un enorme Lobo aparecerse en la entrada de la tienda, al principio me asusté un poco ya que no parecía estar de muy buen humor.




El Lobo emitía pequeños gruñidos, giré la cabeza para encontrarme con los ojos de Bill y estaba a punto de preguntarle si sería buena idea arriesgarme a mirar por la pequeña ventana que tenía la tienda, pero no fue necesario, Bill asintió con la cabeza, me había olvidado de que al no llevar puesto mi anillo, él podía escuchar mis pensamientos; me acerqué a la ventana y corrí el cierre para mirar a través de la tela de mosquitero, cuando lo hice sentí que el simple acto de sostener el cierre hacía que me dolieran los dedos, los sentía magullados por el frío a pesar de los guantes, observé al Lobo detenidamente, su pelaje era color miel con manchones blancos en las patas y el pecho, aunque me había parecido que estaba enfadado por algo, en cuanto me vio pareció haberle cambiado el humor, me mostró los dientes en lo que se suponía que era una especie de sonrisa y meneó la cola, lo que lo hizo parecer más un perro juguetón que un enorme lobo.
Le devolví la sonrisa, el Lobo apartó la vista de mí y siguió dando vueltas por los alrededores, volví a correr el cierre y me tumbé junto a Bill, estaba pensando en la posibilidad de que ese Lobo fuera Gustav...




-Sí, él es... -dijo con una sonrisa- Y no está muy contento de que lo hayan dejado aquí




-¿Por tener... que estar cerca... de nosotros?- dije entrecortadamente a causa de los temblores que el frío me provocaba, Bill me ofreció otra barrita de queso

-No...- dijo frunciendo el ceño, seguramente leyendo la mente de Gus- Eso no parece molestarle, en realidad está molesto con su manada, piensan que su transformación es muy reciente y no creen que esté listo para formar parte de una batalla, por eso Dave decidió que lo mejor era dejarlo conmigo y ayudarme a mantener vigilada la tienda

-um- dije, comenzaba a sentir cada vez más frío, así que Bill se alejó todo lo que la pequeña tienda le permitió pero eso no hizo ningún cambio... cerré los ojos y comencé a fantasear con estar cerca de una chimenea, se supone que la mente es muy poderosa ¿no? tal vez si me concentraba en pensar que estaba caliente, en algún momento me sentiría así...

Y después de un rato creí que lo había logrado, me sentía completamente caliente, al grado de comenzar a sudar un poco, ¡Vaya, sí que era buena en eso del control mental! aún tenía los ojos cerrados pero ya estaba casi despierta, entonces sentí un peso en las piernas, abrí los ojos y parpadeé varias veces hasta acostumbrarme a la oscuridad, me incorporé y entonces comprendí de donde provenía todo ese calor: Gustav estaba tendido sobre mis piernas, le sonreí y le di las gracias mientras metía mis manos ya sin guantes entre su pelaje color miel, era como acercar las manos al calefactor, mi amigo hizo una especie de ronroneo.


Bill no estaba adentro así que supuse que habían intercambiado puestos, busqué mi celular dentro de una mochila, lo había traído por si a Arthur se le ocurría llamar, él estaba en casa de los Listing viendo un partido de fútbol, mientras yo “celebraba” mi cumpleaños en casa de Mila, se suponía que había invitado a Kelly a pasar una “tarde de chicas” y después iríamos al cine, sí supiera que en realidad este podría ser mi último día ¿Y si las cosas se ponían peor de lo que ya estaban? ¿Y si algún vampiro lograba llegar hasta...? Gus se incorporó de un salto y con un ágil y rápido movimiento salió de la tienda, una ráfaga de aire helado se coló y un temblor me recorrió el cuerpo, me acurruqué en un rincón mientras abrazaba mis piernas contra mi pecho pero comenzaba a sentir miedo, dentro de la tienda estaba oscuro y saber que a unos kilómetros de aquí se estaba produciendo un enfrentamiento no ayudaba mucho, me levanté y me asomé, afuera no estaba tan oscuro como yo suponía, tal vez ya era de madrugada...




Bill metió la mano dentro de la tienda tan rápido que no supe ni siquiera de donde había salido, me tomó del brazo y me sacó de ahí tan rápido que mis pies no tocaron la delgada capa de nieve que había dejado la tormenta, él estaba completamente serio mientras que el lobo que estaba a un lado jadeaba... me pareció que estaba “emocionado”, por un momento pensé que había obtenido el “permiso” de Dave para unírseles en el claro... pero entonces Bill pasó su chamarra sobre mis hombros, metí los brazos rápidamente y él me rodeó la cintura con su brazo mientras nos dirigíamos hacia donde estaba su auto, mi novio abrió de prisa la portezuela y con un movimiento de la cabeza le dijo que entrara, el Lobo saltó al asiento del copiloto... estaba a punto de preguntar que era lo que estaba pasando cuando Bill dijo:


-Beth, dirígete hacia la ciudad- dijo ayudándome a subir al auto -Lo más rápido que puedas, oigas lo que oigas sigue adelante ¿entiendes?- dijo atropellando las palabras unas con otras, su frente se llenó de arrugas por la preocupación, inmediatamente se dirigió a mi amigo -Asegúrate de que vaya por el camino correcto- cerró la puerta de un golpe y desapareció...


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4 comentarios:

clauss dijo...

ayyyy por dios que va a pasar espero el siguiente con ansias amiga un beso

Anónimo dijo...

ooooooooooooooo x dios me enkanta tu fic en serio
sabes la lei en solo un dia me avente todos los capotulos xfaz sube massss
k suerte enkontrarme kon tu fic!!!! :)
iv0on

Anónimo dijo...

hay hola recien esnkontre tu fic y k crees me e-n-k-n-t-o
me gusto muxo
solo k no m gusta la idea de k pongans fotos de la tal bella de crepusculo lo asepto no m agrada pero tampoco la odio pero k va
me facina tu fic
pon muxo muxos capitulos mas siiii ;)
esme---

㋖ M@rYm@R ㋖ dijo...

awww!!! Danke x leer y ke bueno ke les gustooo!!!