RESUMEN


¿Qué harías si todo tu mundo cambiara derepente? ¿Si todo lo que pensabas imposible fuera real? Si la persona que más amas estuviera a punto de matarte... y guardara un secreto que podría cambiar tu vida...


CATEGORIA: hetero.

GÉNERO: romance, vampiros

PERSONAJES: Tokio Hotel

CLASIFICACIÓN: +15

TERMINADA: no

30 oct 2011

Capítulo 34:

----------Narra Beth--------








Lo que Bill quería era pedirle un favor, una especie de “tregua”, le explicó a modo muy general lo que había pasado con Inna y su deseo de acabar conmigo a causa de mi anillo, le propuso que unieran fuerzas para atraparla, en el momento que mi novio pronunció el nombre de Inna casi pude ver un destello de fuego cruzar por los ojos de Georg



-¿Qué te hace pensar que puede haber una tregua entre nosotros y los de tu especie?- dijo Georg con voz fría -Nunca se ha sabido de Hombres lobo y Vampiros trabajando juntos...



-Ya lo sé... solo que pensé “El enemigo de mi enemigo es mi amigo”... solo estoy buscando la manera de proteger a Beth, veo que eso es importante, tanto para mí como para ti... aún más allá de nuestra naturaleza... -le respondió Bill



Pero yo ya no estaba tan segura de que protegerme fuera lo más importante para Georg, no después de enterarse que yo salía con un vampiro... lo pensó bastante tiempo, durante el cual los tres permanecimos inmóviles, pero al final aceptó comunicarle a Dave la propuesta de Bill, noté que no estaba muy contento con esa decisión y no supe si se debía a lo odioso que le resultaba tener que consultar cualquier decisión con el Alfa de la manada o a lo odioso que debía resultarle ahora seguir viéndome como su amiga... como fuera, él no nos aseguró nada, dijo que si Dave lo aprobaba, él mismo se lo comunicaría, Bill le dijo que tenía que darse prisa ya que al parecer más vampiros estaban por llegar a Greifswald... después de eso Georg echó a correr entre los árboles y lo perdimos de vista, yo me acurruqué sobre el pecho de Bill, me di cuenta que su chamarra estaba desgarrada de varios lados, le rodeé la cintura con los brazos y dejé que me remolcara hacia mi auto, dijo que después vendría a recoger el suyo.



Bill quiso llevarme a mi casa pero lo convencí para que fuéramos a la suya, quería estar enterada de lo que pensaban hacer para enfrentarse a los otros vampiros, además quería ayudar en todo lo que me fuera posible, finalmente yo era la causa por la que ocurriría ese ataque.



A partir de ese momento los Kaulitz comenzaron a prepararse ya que ninguno parecía estar muy seguro de que la manada aceptara cooperar, al parecer Mila seguía sin poder “ver” si éstos aceptaban la “tregua”... si no lo hacían, eso implicaría otro riesgo, ahora no solo tendrían que enfrentarse a los vampiros sino también a los Lobos, que no desperdiciarían la oportunidad de cazar a sus enemigos, fuesen simples desconocidos o los Kaulitz. En realidad yo estaba casi segura de que Dave no aceptaría unirse a los Kaulitz, ni siquiera cuando en el fondo conservaba un poco de esperanza de que Georg no me odiara lo suficiente como para dejarme morir a manos de vampiros crueles, según lo que Georg me había contado Dave era el Alfa, era quién daba las órdenes a la manada y por lo visto había cancelado la vigilancia de mi casa o al menos eso parecía ya que mi amigo no había regresado para llevarme hasta la escuela; de todos modos no permanecía sola ni un minuto porque Bill se ocupó de llevarme y traerme como siempre.



Afortunadamente dos días después Georg me llamó por teléfono, dijo que ya tenían una respuesta que darle a Bill pero no quiso decirme ni una sola palabra más. Cuando llegamos a la escuela se lo comuniqué a él y sus hermanos, les dije que Dave los buscaría en la escuela a la hora de la salida, eso me parecía extraño ¿Por qué en un lugar público?



Yo pensaba que hablarían en un sitio apartado de los humanos pero Bill me dijo que lo más probable era que estuvieran desconfiando de ellos y dado que los Kaulitz superaban en número a la manada, se estaban asegurando de que no intentaran tenderles una trampa, de todos modos a Bill le parecía una buena idea, estando rodeados de humanos ni la manada ni los Kaulitz intentarían atacar... bueno, eso era realmente tranquilizante.



Dave y sus amigos nos esperaban a un lado del estacionamiento, a un par de metros del Audi, donde Jörg me dijo que los esperara, sí por supuesto, los papás de Bill también estaban ahí... de vez en cuando observaba el color de los ojos, tanto de los Lobos como de los Vampiros, pero todos parecían estar bastante relajados, mientras intentaba disimular que estaba escuchando, aunque era muy complicado hacerlo a pesar de tener la ventanilla bajada, todos hablaban casi en susurros pero ninguno parecía tener problemas para oír, excepto yo claro... no pude seguir toda la conversación pero entendía que los chicos de la manada habían aceptado, claro con algunas condiciones.



Dave y Jörg se estaban poniendo de acuerdo para reunirse en otro lugar y concretar los preparativos del ataque, lo que no me extraño dado que ellos eran los “líderes” de los dos grupos, los demás solo asentían cuando era necesario.



Me resultaba bastante extraño ver a Bill haciendo planes con Georg y viceversa y aunque era una sensación agradable me recordé a mi misma que no debía acostumbrarme, en pocos días la “tregua” que habían hecho se terminaría... sabía que Dave había puesto una condición al aceptar ayudar a los Kaulitz, pero nadie quería decirme qué era, Mila y Bill le dieron la vuelta al asunto diciendo que no había tiempo que perder explicándome cosas, ellos tenían que practicar y enseñarles algunas tácticas de defensa a los Lobos, lo cual me sorprendió, se suponía que ellos eran letales, al menos así era como me habían parecido en el claro al librarme de cuatro vampiros, pero Bill dijo que no era bueno confiarse, no sabían el número exacto de vampiros a los que se enfrentarían, además también, los chicos de la manada tenían que familiarizarse con el olor de los Kaulitz para evitar “confusiones” en medio de la batalla, comprender que eso era posible me hizo sentir enferma...



Estando una noche en mi cama comencé a llorar, pero mis lágrimas no eran de tristeza o de miedo, eran de coraje, de frustración, sabía muy bien que a esa hora algunos de los chicos de la manada y de los Kaulitz estaban en el claro preparándose mientras que un par de ellos se encontraban vigilando mi casa y manteniéndonos a salvo a mi papá y a mí, a pesar de que la noche estaba sumida en un profundo silencio sabía que no estaba sola, estaba siendo protegida, ellos estaban arriesgándose mientras que yo no podía hacer nada por ellos, y todo era por ser una débil humana... en ese momento deseé poder volver el tiempo atrás, me reproché el no haberle pedido a Bill que me transformara antes de que todo esto llegara a tanto, si no lo habíamos hecho aún, era porque él me había convencido de esperar hasta después de la graduación, cuando me sería más fácil mantenerme alejada de mis papás con el pretexto de asistir a una Universidad en otra ciudad, incluso en otro país...



Tenía que poder ayudar en algo, no podía quedarme de brazos cruzados sin hacer nada esperando que alguno de mis amigos, incluso el hombre que amaba, resultara herido en medio de una batalla que se estaba produciendo por mi culpa, así que tomé una decisión, le pediría a Bill que me enseñara a pelear contra un vampiro, sabía que se iba a negar pero siempre existía la posibilidad de tratar de convencerlo... bueno, quizás no, pero entonces le pediría que me dejara ir al claro mientras se preparaban y los observaría para tratar de “aprender” algo.



La verdad no me extrañó que a pesar de mis súplicas y de casi hincarme delante de él, Bill se negara rotundamente a enseñarme algo, ni siquiera cuando argumenté que cuando fuera un vampiro necesitaría estar preparada para defenderme, me contestó que cuando ya lo fuera, él mismo me enseñaría todo lo que sabía pero antes no... estaba a punto de rendirme cuando Tom, que nos estaba mirando desde arriba de las escaleras dijo que no me preocupara, si Bill no quería enseñarme él sí lo haría encantado, lo miré con la boca abierta y no pude ocultar la sonrisa que se iba formando en mi labios, mientras Bill casi lo fulminaba con la mirada...




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26 oct 2011

Capítulo 33:

Sorry en verdad que les pido disculpas x la tardanza y tambien les agradezco sus visitas =)
Así que les dejo 2 capis espero les gusten!!!
Bueno si algo no les parece me dicen ok?



---------Narra Beth-------


(Dar play)


 
En cuanto vi el Audi mi primera reacción fue rogarle a Georg que arrancara el auto ¿Qué podía hacer para evitar que ellos se encontraran? Le dije que estaba asustada, bueno realmente sí estaba asustada pero no era por mí sino por Bill ¡No entendía que estaba haciendo ahí cuando apenas ayer le había pedido que se mantuviera alejado de mi casa!... pensé que con eso bastaría, que Georg me llevaría a su casa para protegerme de los vampiros o algo por el estilo, pero no fue así, me dijo que no me moviera del auto, echó los seguros a las puertas traseras con un ágil movimiento y dijo que hiciera lo mismo con mi puerta mientras él salía del auto con temblores en todo su cuerpo...

Por supuesto que yo ignoré todo lo que él dijo, abrí la portezuela del auto y salí lo más rápido que pude, lo cual no fue lo suficientemente veloz que yo hubiera querido, porque cuando lo hice Bill y Georg estaban frente a frente, aunque con varios metros de distancia

-Beth quédate ahí- dijo Bill y alargó una mano como si quisiera detenerme con ella y aunque no apartó la mirada de donde estaba Georg vi cómo el café dorado de sus ojos empezaba a teñirse de negro

-No la toques- fue la respuesta de Georg a ese gesto, cuando habló su voz sonó más como gruñidos que como palabras... yo los veía con los ojos totalmente abiertos y creo que me veía más blanca de lo que ya era por el miedo...

Por fortuna Bill convenció a Georg de que escuchara algo que tenía que decirle, le recordó que no era “conveniente” que se transformara a media calle y no tuvo más remedio que aceptar.

Bill propuso que fueran a un lugar que hay cerca del mar, una especie de peñasco que por lo general esta completamente solo por la pendiente que tiene y que puede ser peligrosa... obviamente ninguno de los dos quería que yo fuera, pero no podía quedarme en casa como si nada, así que los “amenacé” con irme por mi cuenta y no tuvieron más remedio que aceptar... estaba a punto de dar un paso hacia donde estaba mi novio pero noté que a Georg no le hacía nada de gracia, así que les dije que me iría con Georg, pensé que eso sería lo mejor ya que podía notar que era más fácil para Bill mantener el control y parecía ser el más razonable de los dos...

Cuando llegamos al lugar podía sentir que la tensión entre todos nosotros era tan densa que creí que podía tocarla...

De pronto y sin que yo me diera cuenta de cómo, Georg dio un salto hacia delante y quedó transformado en un enorme lobo de pelaje marrón y ojos de un color naranja dorado como el fuego que se lanzó sobre Bill entre gruñidos y mostrando todos los colmillos, Bill había adoptado una postura de ataque, con las rodillas flexionadas, sus músculos estaban tensos y sus ojos negros entre cerrados, se veía totalmente concentrado mientras también le mostraba los colmillos, los que por cierto no me parecieron ya tan impresionantes después de ver la dentadura del lobo... me sentía completamente paralizada y no supe si era el viento helado el que estaba provocando que mis dientes comenzaran a castañear... Georg agarró a Bill por los hombros mientras éste hacía lo mismo, podía ver cómo clavaba sus garras y por un momento pensé que los hombros de Bill comenzarían a sangrar pero obviamente eso no sucedió... mientras seguían luchando rodaron varias veces por las rocas y en repetidas ocasiones creí que alguno de los dos terminaría cayendo por el peñasco hasta el agua del mar que debía estar solo a uno o dos grados por arriba del punto de congelación... por más que abría la boca las palabras no me salían, sentía un nudo en la garganta cada vez que escuchaba un ruido muy similar a huesos rompiéndose... me resultaba muy difícil ver bien ya que los dos eran muy rápidos y en momentos parecían volverse borrosos por la velocidad... pero después de un rato me di cuenta que Bill trataba de mantenerse lo más alejado posible del hocico del lobo y parecía no hacerle mucho daño, solo el necesario para defenderse, su único propósito era someterlo para poder lograr hablar con él... creo que eso bastó para calmar mi miedo un poco y conseguir que mi voz regresara

-¡Basta! ¡Paren ya!- grité al tiempo que daba un paso en su dirección y justo cuando Bill había logrado retrancar a Georg sobre las rocas

Miré fijamente a Georg con la esperanza de que su deseo por protegerme lo hiciera calmarse un poco estando yo tan cerca y creo que funcionó porque noté que Bill aflojaba su agarre y lentamente lo liberaba... estando tan cerca me di cuenta que los ojos del lobo adquirían poco a poco su color verde original mientras que los de Bill volvían a ser café dorado.

Bill se incorporó y dio varios pasos hacia atrás, de nuevo levantó una mano para impedir que yo diera otro paso y me dijo -apártate- le obedecí y permanecí un poco detrás de él mientras veía con la boca abierta y totalmente asombrada cómo mi amigo recuperaba su forma humana entre varios espasmos que me parecieron bastante dolorosos y al final como si se tratara de un truco de magia unos jeans “aparecieron” en sus piernas, estuve a punto de preguntar cómo lo había hecho pero recordé que no era el mejor momento para hacerlo.

Visiblemente más calmados los dos, me acerqué al punto de prácticamente interponerme entre los dos, suponía que íbamos a aclarar unas cuantas cosas que seguramente harían enfadar a cualquiera de los dos pero esta vez no estaba dispuesta a dejar que llegaran a la violencia... si lo hacían, literalmente tendrían que pasar sobre mi cadáver y confiaba que ninguno de los dos estuviera dispuesto a tanto...

Georg le reclamó a Bill que me hubiera estado mintiendo todo este tiempo y poniéndome en peligro, estaba furioso pero no tanto como hacía unos momentos, me di cuenta porque el verde de sus ojos se mantuvo, insinuó que Bill solo me quería para el almuerzo, entonces Bill le dijo que no me había mentido nunca, que yo sabía lo que era realmente, pude ver en los ojos de Georg que enterarse de eso le había dolido bastante, no sé, quizá de alguna manera se sentía traicionado al darse cuenta que su amiga estaba del lado contrario... no tuve más remedio que confirmar lo que acababa de decir Bill, le pedí que me perdonara, era un secreto que no podía revelar, además Bill se apresuró a decir que no pretendía matarme... la tristeza de sus ojos era tan inmensa que sentí que me traspasaba, los ojos comenzaron a arderme pero contuve las ganas de llorar debido a la sorpresa que me provocaron las palabras de Bill...



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Espero sus cometarios pliss!!! =)

Capítulo 32:

Hallo Aliens!!! despues de mucho aqui les traigo nuevo capi por fin =3



----------Narra Beth--------

 
 
 


Di un paso hacia atrás mientras veía como Georg trataba de controlar los temblores que le recorrían todo el cuerpo. 



Comenzaba a aterrarme de verdad solo de pensar que él acabaría descubriendo la identidad de los Kaulitz... tenía que distraerlo, pensé que sería mejor si me apegaba lo máximo posible a representar “el papel” de la inocente, así que lo negué todo, le dije que yo no sabía nada, que no entendía como era que esos vampiros me habían acorralado en el claro... pero no funcionó, quizá los Lobos tenían un poder o un sexto sentido que les avisaba cuando alguien mentía, o quizá yo era una pésima mentirosa, como sea, no conseguí engañarle...



Respiró profundamente, estiró los músculos de la espalda, los relajó y me dijo -Esta bien... si no quieres contarme, estas en tu derecho, supongo que lo último que quieres recordar es algún encuentro que hayas tenido con esa... vampiresa -hubo una nota de asco en su voz cuando dijo la última palabra, pero realmente tenía razón, lo último que quería era recordar el día que había conocido a Inna -Pero te prometo que no vas a volver a toparte con ella ni con ninguna otra sanguijuela de esas... te prometo que no voy a dejar que se acerquen a ti, voy mantener vigilada tu casa y si alguno, el que sea, intenta acercarse a ti ¡Yo mismo le voy a arrancar la maldita cabeza!    



-¡No! -no pude evitar gritar, no debía dejar que Georg vigilara mi casa, si lo hacía, inevitablemente acabaría descubriendo a Bill, continué rogándole que no lo hiciera, que me preocupaba que saliera lastimado por mi culpa y eso no era mentira, me sentía entre la espada y la pared, no quería que Georg estuviera en peligro estando cerca de vampiros que no eran como los Kaulitz ¡Los que andaban tras de mí se alimentaban de personas!



-Por favor no lo hagas... no tienes por que dedicarme una atención especial- le dije -Ya es suficiente con que andes merodeando por el bosque, esa ya es suficiente preocupación...



-No te preocupes ¿Qué más te da si me ocurre algo?- dijo con gesto sombrío



-No digas eso, sabes de sobra cuánto significas para mí... siento mucho que no sea de la forma... que tu quisieras, pero... eres mi mejor amigo, al menos, antes lo eras... y aún sigues siéndolo- Georg me dedicó una enorme sonrisa, pero mi amigo era demasiado terco e ignoró todos mis ruegos, así que ya no tenía nada que hacer ahí.



De nuevo le agradecí que me hubiera salvado el día anterior y luego me subí a mi auto, tenía que hablar con Bill y decirle que tuviera cuidado, probablemente sería bueno que dejáramos de vernos por unos días, al menos mientras Georg vigilaba mi casa, con un poco de suerte la manada encontraría a Inna, la asustarían y desistiría de su idea de acabar conmigo, así Georg volvería a mantenerse lejos de aquí y nosotros podríamos volver a vernos... no, a quién quería engañar, esto era más complicado de lo que yo quisiera.



Me metí en la casa de puntitas sin hacer el menor ruido posible para que Arthur no despertara, por suerte seguía en su recámara aunque no tardaría mucho en despertar así que fui a la cocina y mientras preparaba el desayuno llamé a Bill, le dije que tenía varias cosas importantes que decirle pero que tenía que hacerlo por teléfono, al principio quería venir a verme pero lo convencí de que primero tenía que escucharme.



Le conté que había ido a buscar a Georg, aunque no dijo nada ya me estaba imaginando la cara que debía de tener pero no me importó y seguí, le dije todo lo que me había dicho mi amigo acerca del número demasiado grande de vampiros que se habían acercado a los bosques últimamente y acerca de la vampiresa rubia a la que habían visto rondando por los alrededores de mi casa y que siempre lograba escapárseles cuando se arrojaba al mar, también a él le rogué que no se acercara a mi casa ya que Georg había prometido cuidarme y sería riesgoso que se encontraran, Bill me escuchó hasta el final y solo me dijo que aceptaba con la condición de que no saliera sola y esta vez sí cumpliera mi promesa, le aseguré que lo haría y me dijo que tenía que hablar con su familia, pero no quiso decirme nada de lo que pensaba hacer.



Al día siguiente cuando abrí la puerta de la casa para ir a la escuela me encontré con Georg, lo miré sorprendida, sinceramente no esperaba que estuviera tan cerca



-Hola- dijo





 

-Hola... creí que solo vigilarías los alrededores, espero que seas eficiente- dije alzando una ceja, él sonrió



-Lo soy... -dijo enarcando la ceja de la misma manera y después sonrió -Dave dijo que alguien más podía ocuparse de vigilar por el resto del día y aceptó cuando le pedí que me dejara llevarte a la escuela, así que ahora soy algo así como tu guardaespaldas personal- me tendió su mano, la tomé y me llevó a mi auto donde me abrió la portezuela del copiloto, así que no tuve más remedio que darle las llaves. Por suerte esta vez traía una playera puesta, caía una ligera lluvia pero combinada con el viento frío, calaba hasta los huesos



-Te ves cansado- dije mientras observaba los círculos morados que rodeaban sus ojos -Tal vez deberías irte a tu casa y descansar, apuesto a que no has dormido en días...



-Te dije que había estado ocupado... nos ha llevado bastante tiempo mantener a raya a todas esas sanguijuelas



Ignoré el comentario recordándome a mi misma que no se refería a todos los vampiros, sino a unos realmente asesinos -Dijiste que Dave estuvo de acuerdo en que me acompañaras, o sea que él es el líder de la manada ¿no?



-Él es el Alfa y no se pueden ignorar las órdenes del alfa- me explicó varias cosas mientras llegábamos a la escuela, como que entre los miembros de la manada podían escuchar sus pensamientos pero solo cuando estaban en forma de lobos, eso no era muy agradable, era imposible tener secretos y aún le costaba trabajo acostumbrarse, pero era útil cuando tenían que coordinarse.



Mientras estaba en la escuela pensé que tal vez no era tan mala idea tener a Georg como mi “guardaespaldas” como él había dicho, me sentía segura estando con él, más aún después de saber que los lobos no tenían nada que ver con la muerte de más de 10 personas, además Bill ya estaba avisado acerca de la vigilancia de Georg y no tenía de qué preocuparme, había matado dos pájaros de un tiro, estaba protegiendo el secreto de Bill al haberle pedido que no nos viéramos y estaba cumpliendo la promesa que le había hecho de no salir sola, casi me sentía feliz, estando cerca de Georg no había tenido esa sensación de alguien acechándome.



A la hora de la salida Georg ya estaba de pie junto mi auto en el estacionamiento y estaba platicando con algunos de nuestros compañeros del curso anterior. Durante el trayecto a mi casa seguimos charlando, me contó que aunque ya no asistía a la escuela, el padre de Frank que era profesor les estaba dando clases particulares.



Georg detuvo el auto frente a mi casa, así que yo abrí la portezuela y en el mismo instante él alargó el brazo y la cerró de golpe, lo miré confundida por su reacción y esperé que dijera algo



-Hay un vampiro allá afuera... puedo olerlo- dijo seriamente y noté como se iba tensando todo su cuerpo y sus ojos comenzaban a cambiar de verde a casi naranja, me di cuenta que estaba a punto de transformarse al mismo tiempo que yo sentía una oleada de miedo, tal vez era Inna que esta vez se encargaría de cumplir su propósito ella misma... giré la cabeza para ver por la ventanilla, tuve que limpiar el cristal con la manga de mi chamarra porque estaba empañado, todo parecía en calma... vi por el espejo retrovisor y cuando lo hice estuve a punto de gritar y un escalofrío me recorrió la columna vertebral al ver estacionado cerca de los árboles el ya muy familiar Audi blanco...




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3 oct 2011

CAPÍTULO 31:

---------Narra Beth-------







Estaba contándole a Bill todas las cosas extrañas que me habían estado pasando, yo creía que eran imaginaciones mías pero al parecer era más que eso, bueno la verdad aún no entendía muy bien, porque Bill no me había dicho con detalles cómo eran las visiones que Mila había tenido, cuando de pronto él se levantó de un salto de mi cama mientras decía el nombre de Inna, parecía muy enojado, creo que nunca lo había visto así, tenía los dientes y los puños apretados y me asusté un poco.






Pensé que no me daría tiempo de detenerlo antes de que saliera de mi habitación pero estaba tan concentrado en su enojo que pude tomarlo del brazo y detenerlo. Debió notar mi miedo porque respiró profundo y relajó la postura... después de varios minutos la expresión de su rostro casi volvió a reflejar la misma dulzura de siempre, regresó y se sentó de nuevo junto a mí



-No estoy seguro pero tal vez Inna esté detrás de todo esto -dijo sentándose a mi lado en la cama- Mira, el día que ella estuvo aquí pasó algo inusual... cuando Andreas llegó a la casa estábamos discutiendo acerca del “poder” que ella había visto en ti y todos estábamos algo... alterados, así que mi hermano hizo que nos relajáramos un poco... entonces noté que de pronto todos los pensamientos de Inna que estuvieran relacionados contigo habían desaparecido, era como si ella se hubiera olvidado por completo del asunto o como si nunca te hubiera visto, la verdad no le di mucha importancia en ese momento pero ahora pude atar todos los hilos y creo que ella está planeando esto- me miró con preocupación, yo comenzaba a sentirme mareada porque mientras lo escuchaba yo también “ataba hilos” en mi cabeza -¿Beth estás bien?- me preguntó pasando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, hasta este momento no me había dado cuenta pero debía estar echa una facha después de haber llorado y dormido no sé cuanto tiempo



-Sí... solo que puede que tengas razón... tal vez Inna quiere que otros vampiros me encuentren... tal vez por eso mi ropa desapareció...



-Alguien debió tomarla para poder reconocer tu olor y rastrearte... quizá fue ella misma -dijo con gesto pensativo- pero no entiendo como pudo pasar desapercibida... Mila nunca la ha visto en sus visiones...



-Tampoco notó que yo estaba relacionada- le recordé



-Es verdad... Inna conoce como funcionan las visiones de mi hermana... es por eso que apartó todos los pensamientos relacionados contigo, sabe que cuando  alguien no ha decidido lo que va a hacer Mila no puede ver claramente... ella está cambiando de planes, aún no se ha decidido a atacar y mientras no lo decida no debemos confiar 100% en las visiones de Mila... la única forma de saberlo es buscándola... Beth- dijo tomando mi cara entre sus manos frías para que nos miráramos a los ojos- No voy a dejar que nadie te haga daño, ningún vampiro ni cualquier otra cosa... te lo juro...






Sentí que me perdía en la intensidad de su mirada y me olvidé hasta de respirar, Bill acercó sus labios a los míos y me besó con la misma intensidad con la que me había prometido protegerme...












Él terminó el beso justo cuando comenzaba a marearme por falta de oxigeno, se levantó de la cama y se dirigió a la ventana por la que desapareció con un ágil salto, esperé escuchar algún ruido y contuve la respiración pensando que tal vez Arthur pudiese despertar, pero nunca escuché nada... siempre me preguntaba como alguien tan alto podía moverse con tal elegancia.






Me sentía tan cansada y atolondrada por el susto de la tarde que me quedé dormida nuevamente, a pesar de tener mil preguntas en la cabeza... Bill me había dado una vaga explicación acerca de que los Brujos mantienen una lucha contra los vampiros, dijo que hasta hace varios años algunos se dedicaban a cazarlos y exterminarlos, aunque al parecer esa práctica ya no era muy común, de ahí que la peor pesadilla de un vampiro sea toparse con uno de ellos y que por esa razón Inna se había alarmado cuando supo que mi anillo tenía “magia”, pero para ser sinceros eso no me parecía motivo suficiente para que ella intentara acabar conmigo... ¿Cómo podía pensar que yo representara un peligro para los de su clase? yo no era mas que una simple e insignificante humana y ni siquiera tenía la más mínima idea del origen de mi anillo... ahora nuevamente estaba más que interesada en averiguar de donde había salido. 



Cuando desperté aún era temprano, sabía que papá estaría dormido por lo menos otras dos horas por lo que me quedé en la cama tratando de no recordar mucho lo del día anterior, pero cuando cerré los ojos un segundo vi al enorme lobo marrón que había pasado tan cerca de mí, estaba casi segura que ese era Georg y todo mi esfuerzo por mantenerme tranquila se fue a la basura, la ansiedad me atrapó... me preguntaba que había pasado con él ¿Estaría bien? ¿Y si algún vampiro lo había herido? ¡No! ¡Eso no!






Durante los últimos meses me había tenido que aguantar las ganas de verlo, quería decirle que no me importaba en lo que se hubiera convertido, yo lo quería y deseaba que siguiéramos siendo amigos, pero no podía, no podía dejar que él descubriera que Bill era un vampiro... con todo el dolor de mi corazón tuve que dejar que él pensara que yo había decidido que lo mejor era alejarme de él cuando adiviné su secreto, era la única manera de proteger a Bill... pero ahora las cosas eran diferentes, si los lobos no hubieran llegado ayer al claro, a estas horas yo estaría muerta... Georg me había salvado, había arriesgado su vida por mí y yo no podía ser tan malagradecida y mala amiga... tenía que buscarlo, hablar con él para agradecérselo.



Me levanté de la cama, busqué mi ropa en el closet y me di una ducha. Lo mejor sería salir ahora, antes de que Arthur despertara, con lo que había pasado ayer no creía que fuera a dejarme salir sola y de verdad no podía esperar para ver a mi amigo.



Mientras conducía hasta Greifswalder Bodden había pensado que era mejor esperar frente a la casa de los Listing hasta que Georg o Manfred salieran, era demasiado temprano y no quería llegar a molestar... ya había pasado bastante tiempo desde la última vez que había hablado con Georg y no tenía muy claro lo que le iba a decir... aún no llegaba a su casa cuando lo vi pasar, venía saliendo del bosque y llevaba puesto solo unos jeans y aunque se veía muy bien debía de estarse congelando






-¡Georg!- lo llamé mientras paraba el auto al pie de la carretera... cuando bajaba del auto él ya casi estaba junto a mí



-¡Beth!- dijo con una sonrisa de oreja a oreja, me abrazó tan fuerte que sentí que no podía respirar y me levantó del suelo con una facilidad como si fuera de papel... mis nervios se esfumaron, parecía como si el tiempo no hubiera pasado, como si nunca hubiéramos dejado de vernos todos los días en la escuela





-¿Cómo has estado? debes tener frío...- le dije



-He estado algo ocupado pero bien y no te preocupes no tengo frío- respondió en tono casual y encogiéndose de hombros, la verdad me preguntaba de qué forma podía estar ocupado un chico que ya no asistía a clases y que ahora podía convertirse en lobo -¿Y tú?



-Quisiera decir lo mismo, pero no se si “bien” sea lo correcto... -le sonreí tímidamente y tomé aire -Georg... en realidad vine para... agradecerte... lo de ayer... -dije lentamente, él asintió



-Bueno... no tienes que agradecerlo... -dudó por unos instantes y luego continuó -¿Puedo hacerte una pregunta?



-Sí, lo que sea -casi al momento de decirlo me arrepentí



-¿Qué hacías en el bosque a esa hora? pensé que Arthur no te dejaba salir sola...



-¿Cómo sabes eso?... ah sí, seguro se lo contó a tu papá -me respondí yo sola



-Ellos sí siguen frecuentándose Beth... -no se si era mi imaginación pero creí escuchar una nota de reproche en su voz- Aunque en realidad fue al revés, mi papá le dijo al tuyo que no era seguro que anduvieras sola en el bosque y menos de noche -dijo mirando al suelo



-... ¿Tú se lo pediste verdad? -no me respondió pero sabía que era cierto, seguramente estaba protegiéndome de ellos, de su manada, entonces no pude evitar sentirme molesta e indignada por su comportamiento -¡¿Cómo puedes hacer eso?!- grité -Agradezco que te preocupes por mí y... y me cuides, pero ¡¿Y las demás personas?! ¡¿Acaso ellos no importan también?!



-¡Claro que sí! y lo intentamos... pero no es posible proteger a todos, de verdad que nos hemos esforzado y creo que hemos hecho un buen trabajo, ¡No quiero ni pensar cuantas personas estarían muertas si no hubiéramos acabado con varios de esos asquerosos vampiros! -casi me ahogo cuando escuché eso



-¿Cómo? no entiendo... ustedes no... ¿Fueron vampiros los que mataron a todas esas personas?



-Pues sí ¿Qué pensabas? ¡¿Qué habíamos sido nosotros?!- dijo, bueno más bien gritó






-Bueno... lo siento... pero las desapariciones comenzaron cuando la gente dijo que veía “osos” por aquí cerca y...



-Está bien... tal vez no tenías razones para pensar otra cosa... -respiró profundamente -Dave dijo que le había preguntado a su padre y él le había dicho que era extraño que hubiera tantos vampiros a la vez, nunca hay más de dos o tres, así que nunca son tantas la victimas pero esta vez... no sé que pasa... siento mucho que ayer solo hayamos podido con dos... los otros tres fueron más rápidos, pero te aseguro...



-¿Tres? dijiste que... acabaron con dos, solo había cuatro en el claro- le interrumpí



-Bueno en el claro sí, pero había otra escondida entre los árboles... no entiendo lo que quiere, es como si buscara algo, siempre parece estar merodeando... -me miró con el ceño fruncido por la preocupación -No te asustes Beth pero esa rubia de rizos casi siempre parece estar merodeando por los alrededores de tu casa, la perseguimos pero siempre se desvía hacia el mar y... desgraciadamente son más veloces en el agua... -esta vez casi sentí que me caía, las piernas se me aflojaron, esa rubia de rizos de la que hablaba Georg debía ser Inna, así que las sospechas de Bill eran ciertas... ella estaba cazándome, intenté con todas mis fuerzas parecer normal, como si no supiera de lo que me estaba hablando pero no sabía si lo estaba haciendo bien, Georg me miraba fijamente, estudiando mi reacción y como si pudiera oler mi miedo...



-Ya lo sabías ¿No es así?... Beth ¿La conoces? ¡¿Qué diablos tienes que ver tú con vampiros?! -dijo y casi pude ver cómo sus pupilas verdes se tornaban casi naranjas como si estuvieran en llamas...




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CAPÍTULO 30:

>.< Sorry!!! no tengo perdón jajajaja!!! pero les dejo el capi y espero les guste =)






---------Narra Bill--------







Mientras estaba con Inna y sus hermanas en el patio trasero de la casa, una ola de serenidad comenzó a inundarnos a todos, claro era Andreas el que acababa de llegar, fue muy oportuna su llegada porque los ánimos se estaban caldeando mientras “discutíamos” acerca de Beth y la “fuerza” que Inna había notado en ella, para ese momento Tom y mis padres se nos habían unido y por supuesto ninguno de nosotros tenía dudas sobre Beth y no apoyábamos la teoría de Inna acerca de que Beth tenía algo que ver con Brujos, hechiceros ni nada de eso.



Y como dije, en cuanto Andreas llegó todos nos serenamos bastante... pero ocurrió algo extraño, bueno eso creo, porque de pronto Inna dejó de pensar en todo lo relacionado con mi novia. Sus hermanas se pusieron a charlar un rato con mis hermanos antes de marcharse, al parecer tenían planeado permanecer un poco más de tiempo aquí, pero en vista de lo que había ocurrido decidieron que era mejor terminar la visita, se despidieron de mis padres, los cuales las consideraban casi como otras hijas para ellos ya que las habían “cuidado y enseñado” muchas cosas cuando las conocieron.




Cuando Inna se despidió de mí, intenté buscar en sus pensamientos, quería cerciorarme que ya no le guardaba tanto resentimiento a Beth, pero no pude encontrar nada relacionado con eso y realmente era extraño, como si ella la hubiera borrado de su mente o... estuviera bloqueando sus pensamientos... bueno eso en realidad no tenía mucho sentido, Inna siempre había sido bastante superficial... aunque la apreciaba, era imposible no darse cuenta de eso, una de las razones por las que nunca llegué a interesarme en ella románticamente, así que no sería difícil que hubiera decidido ignorar a una simple humana... estaba distraído con mis pensamientos por lo que Inna me tomó desprevenido, intentó besarme en los labios pero aún así pude esquivarla, ella solo me miró con una expresión claramente burlona, como si supiera algo que yo ignoraba y después se marchó.


A partir de ese momento me dediqué a tranquilizar a Beth que parecía haberse quedado un poco intranquila después de lo sucedido, le expliqué el poder de Inna y cómo lo relacionado con magia irradiaba una fuerza que ella era capaz de ver y traté de restarle importancia al asunto no volviendo a tocar el tema.







Mila había comenzado a tener visiones acerca de vampiros que acababan de llegar a Greifswald, pero eran borrosas y en realidad no nos decían mucho, así que las ignoró hasta que fueron haciéndose más explícitas, en sus nuevas visiones veía que nos atacaban y en otras veía un enfrentamiento entre nosotros y esos vampiros, pero aún así seguían siendo confusas.


Decidí que lo mejor era estar preparados para cualquier cosa, por el momento no dejaba a Beth sola durante gran parte del día a menos que me hubiera cerciorado que estaba segura en su casa, me tranquilizaba un poco que en las visiones de mi hermana, Beth no parecía estar implicada.




Por desgracia casi una semana después los días soleados nos impidieron asistir a clases, sinceramente estaba dispuesto a arriesgarme con tal de mantener seguro a Beth, pero mis padres me hicieron ver que exponerme al sol no ayudaría en nada, al contrario, el sol solo me debilitaría y me haría presa fácil de cualquier peligro y por consiguiente a Beth, ya que no estaría en condiciones de protegerla... a regañadientes acepté quedarme en casa, un poco más tranquilo después de recordar que Arthur le había prohibido a Beth salir sola en cuanto comenzara a oscurecer, ya que el número de desaparecidos había aumentado al doble solo en la última semana, solo esperaba que ella le obedeciera.






El sábado estaba con mis hermanos en el cuarto de instrumentos, Andreas y yo componíamos una canción y Tom nos ayudaba con la música




cuando Mila apareció por la puerta, los tres nos levantamos de un salto y corrimos hacia ella, Tom la rodeó por la cintura, tenía la mirada perdida, lo cual significaba que estaba teniendo una visión pero a diferencia de otras veces parecía estar viendo algo que la asustaba


-¿Qué viste Mila?- preguntó Tom con el ceño fruncido por la preocupación, en cuanto notamos que ella salía del trance





Mila tragó saliva y parpadeó repetidas veces -Beth era atacada por cuatro vampiros, no sé quienes son pero reconocí a un par de ellos, han estado presentes en las visiones donde somos atacados por otros vampiros, pero creo que no...-





-¿Reconoces el lugar? dime donde es... -la interrumpí pero no obtuve respuesta, Mila volvió a desenfocar la mirada, por lo que comencé a revisar sus pensamientos, estaba viendo algo, al parecer era diferente, esta vez se trataba de nosotros luchando contra otros vampiros... su visión se fue haciendo más borrosa hasta que desapareció


-Voy a buscar a Beth- dije mientras salía disparado de la habitación seguido de mis hermanos


-¡Espera! ni siquiera sabes donde está- dijo Tom mientras me detenía del brazo




-Eso no importa, la buscaré, no puedo dejar que nada le pase...


-Beth está bien, bueno al menos creo que esos vampiros no logran hacerle nada... mi visión se nubla por un instante pero pude ver que ella regresa manejando hasta su casa... además no creo que puedas hacer mucho, parecía como si fuera algo que pasaría muy pronto, quizás en este momento- cuando escuché eso intenté soltarme de Tom pero él intensificó su agarre y no conseguí soltarme -Creo que lo mejor será que la busques en su casa, puede que ya esté en camino...- dijo Mila, esta vez sentí que Tom disminuía su fuerza y liberaba mi brazo





Salí corriendo en dirección a casa de Beth, llegué justo en el momento en que ella también lo hacía, se veía tan asustada que al parecer no notaba que temblaba completamente de la cabeza a los pies, entró corriendo y escuché que se lanzaba a los brazos de Arthur, le dijo que había visto una manada de lobos en el bosque, pero omitió por completo el ataque de unos vampiros... esperé afuera de la casa mientras Beth era consolada por su papá, hubo un momento en el que estuve a punto de entrar por la ventana, cuando Beth rompió en llanto y gritaba histérica, pero controlé mis ansias de abrazarla y protegerla, pensé que ella necesitaba estar a solas un poco más con Arthur.





Después de un buen rato de seguir llorando me di cuenta que Beth se había quedado dormida, Arthur la acomodó en el sillón y trajo unas mantas para arroparla, le besó la frente y después de cerrar la puerta con llave subió a su recámara, yo aproveché para colarme por la ventana, aguardé unos minutos hasta que escuché los ronquidos de Arthur, entonces tomé a Beth entre mis brazos y subí las escaleras hasta su habitación.


La coloqué en su cama y la envolví en su edredón mientras encendía la luz de la mesita, me senté al lado de ella a esperar que despertara... aún tenía la nariz y los párpados rojos por el llanto... se veía tan vulnerable e indefensa que sentí que el corazón me dolía, aunque sabía que eso era imposible, hacía demasiados años que mi corazón había dejado de latir, pero desde que Beth había llegado a mí, era como si me hubiera devuelto un poco de la vida que perdí.





Después de tres horas comenzó a moverse, quiso incorporarse pero no se lo permití tomándola del brazo, ella giró para verme e inmediatamente se lanzó a mis brazos que la esperaban impacientemente... la consolé durante varios minutos mientras besaba su cabello y aspiraba su exquisito aroma... cuando por fin parecía más tranquila me preguntó





-¿Hace cuánto estás aquí? 


-Desde que volviste del bosque... Beth dime qué pasó exactamente- dije mientras la recargaba sobre mi hombro -Mila vio que eras atacada por cuatro vampiros...


-Sí... encontré esta nota en mi tocador- dijo con voz temblorosa mientras sacaba del bolsillo del pantalón un trozo de papel arrugado y me lo entregaba


-Es muy parecida a mi letra, pero yo nunca escribí esto- dije al leer la nota... fue en ese momento que todo comenzó a encajar, las visiones de Mila cobraron un poco de sentido... al final de cuentas Beth sí estaba relacionada con las visiones de otros vampiros atacándonos... dudé por un momento si debía contarle a Beth de mis sospechas, no quería asustarla aún más, pero decidí que tenía que saberlo, era importante que estuviera alerta...


-¿Qué? ¿Sabes quién lo escribió?- me preguntó


-No exactamente, pero creo que esto está relacionado con unas visiones que Mila ha tenido últimamente... -Beth me miró con curiosidad -Algunos vampiros han estado llegando a Greifswald, más de lo normal y al parecer vamos a tener un enfrentamiento con ellos, ahora creo que es por ti... ellos te están...


-... Buscando... -terminó por mí -Me están buscando por eso sentía que alguien me seguía- dijo casi para sí misma, la miré con el ceño fruncido -Sí, siento no habértelo dicho -se mordió el labio- pero pensé que solo era mi imaginación... después de lo de Inna he estado nerviosa, ya sabes... bueno he sentido como si alguien me estuviera siguiendo siempre que estoy sola, bueno más bien cuando tu no estás...


Dejé de escuchar lo siguiente que dijo porque cada vez comprendía más cosas y creía saber quien estaba detrás de todo esto -Inna- dije apretando los dientes y los puños, mi visión se llenó de una nube de furia y de un salto me levanté de la cama, quería tenerla enfrente y acabar con ella con mis propias manos...







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