RESUMEN


¿Qué harías si todo tu mundo cambiara derepente? ¿Si todo lo que pensabas imposible fuera real? Si la persona que más amas estuviera a punto de matarte... y guardara un secreto que podría cambiar tu vida...


CATEGORIA: hetero.

GÉNERO: romance, vampiros

PERSONAJES: Tokio Hotel

CLASIFICACIÓN: +15

TERMINADA: no

23 jul 2011

Capítulo 18:

-------Narra Beth-------




Georg estaba a un lado de su auto y parecía querer fulminar a Bill con la mirada... ¡oh no! Nos pasamos de frente y tratamos de ignorarlo, por dentro no me sentía muy bien, después de todo él era mi amigo, lo quería mucho y yo sabía que él sentía algo más que solo amistad por mí y eso me sacaba de onda, realmente no quería lastimarlo... pero ¿Qué podía hacer? estaba perdidamente enamorada de Bill y eso nadie lo podía cambiar, sabía que más tarde tendría que hablar con él, pero por el momento nos dirigimos al laboratorio de Química.




En cuanto sonó el timbre de salida de la clase Kelly dio un salto de su asiento y se acercó a mí




-¡Hola!- nos saludó, se veía bastante ansiosa, Bill le respondió el saludo con una sonrisa y luego se volvió hacia mí, me dio un beso en la mejilla y murmuró a mi oído -Quiere todos los detalles- se levantó del asiento y salió


-¡¿Qué pasó?!- dijo muy emocionada, parecía que los ojos se le saldrían- ¡Cuéntame!




-Pues... ayer, hablamos... nos encontramos después del receso- no podía entrar en detalles y contarle todo lo que habíamos platicado Bill y yo




-¡Ah! por eso te desapareciste ¿Te fuiste con él? ¡¿Adonde?!- dijo casi gritando, tuve que darle un codazo para que bajara la voz, de todos modos el laboratorio estaba casi vacío




-Sí, estuvimos platicando... en el bosque y arreglamos ciertos... problemas




-¡¿Al bosque?! bueno supongo que eso es romántico pero... es que en serio me sorprende verte con Bill- le puse mi mejor cara de ofendida –Bueno no lo digo en mal plan, solo que él nunca sale con nadie... oye por que no me dijiste que te gustaba- ahora ella era la ofendida




-Te dije que me parecía guapo...




-Sí pero eso no cuenta- dijo rodando los ojos- casi media escuela decía lo mismo cuando llegó, se necesita estar ciega para no ver que es guapo, pero ustedes ya andan y todo ¿No?




- sí... supongo...




-Al que no creo que le dé mucho gusto es a Georg


-Sí, ya me di cuenta, estaba en el estacionamiento cuando llegamos y casi quería fulminar a Bill con la mirada, no quiero perder su amistad... ayúdame, dile a Gus que hable con él


-Ok, pero no te prometo nada








Durante el receso, mientras estaba haciendo cola para comprar algo volteé a la mesa de los Kaulitz, ellos me saludaron con la mano y me sonrieron pero Bill no estaba ahí, bueno, saber que sus hermanos me aceptaban me hizo sentir bien, 2 mesas adelante alguien me hizo señas, era él, tomé mi charola y me senté frente a él, de nuevo sentí todas las miradas puestas en nosotros, casi me sentí en un déjà vu al recordar mi primer día de clases, estuvimos platicando y riendo, todo lo demás no importaba, de reojo vi que Georg nos observaba con gesto disgustado.




Sabía que debía buscar una oportunidad para hablar con él si no quería perder su amistad pero el resto de la semana se la pasó rehusándose a dirigirme la palabra, de hecho noté que también estuvo un poco alejado de Gus y Kelly, decidí darle un poco de tiempo para que se calmara.




La próxima semana sería su cumpleaños número 18, entre Kelly y yo planeábamos como celebrarlo, había estado algo raro y ni siquiera Gustav sabía por qué, era extraño pero me daba la impresión que Kelly sabía algo, dijo que lo había llamado a su casa y Manfred le dijo que tenía una fuerte gripa pero Gus no parecía muy convencido, él lo había visitado y Manfred le había negado la entrada poniendo de pretexto que no quería que se contagiara, al principio pensé que era por la relación entre Bill y yo, pero eso no explicaba que se alejara de Gus y Kelly, hubo un par de días de la semana que faltó a clases y lo llamé a su casa pero Manfred dijo que estaba dormido, no se sentía muy bien, lo más seguro era que siguiera resfriado, me dijo.




Le conté a Bill del distanciamiento que habíamos tenido Georg y yo y lo mucho que me dolería perder su amistad, le dejé claro que le tenía un gran cariño de amigos, pensé que sería bueno aclarárselo, también le conté acerca de su supuesta gripa, Bill trató de no darle importancia pasando a otro tema y diciendo que una gripa no era nada de que preocuparse pero me dio la impresión de que al igual que Kelly él sabía algo más, por lo tenso que se puso al oírlo, lo cual era ridículo, él y Georg no cruzaban palabras ¿Cómo podría saber lo que pasaba con él?... todo esto era muy extraño, decidí dejarlo pasar, ya me enteraría después.








Gus convenció a Georg para que aceptara ir al cine, ya que se había negado a cualquier tipo de celebración, su única explicación siempre era la misma que no se sentía muy bien, aceptó solo cuando yo le prometí que iríamos Kelly, Gustav, Monika y yo como en los “viejos” tiempos, la verdad era que Bill se había negado a acompañarnos, me recordó que prefería mantenerse alejado de los humanos por su seguridad y decidí no insistir más, aunque me parecía extraño que pusiera ese pretexto solo cuando le dije que Georg iría, antes ya casi lo había convencido, ni modo, “hombres tenían que ser”.












-------Narra Bill--------




Pensé que tal vez Beth se asustaría en cuanto le mencionara que si quería acompañarme a mi casa, esperaba que por fin reaccionara con el sentido común de los humanos y saliera corriendo, no me sentía muy bien con esa idea pero quería estar seguro de hasta donde podía llegar con esto, si ella decidía que no podía estar cerca de una familia de vampiros lo tendría que aceptar y renunciar a mi deseo de estar con ella, pero me equivoqué, ella aceptó y la verdad es que todo salió mejor de lo que esperaba, mi familia la aceptó bien, incluido Andreas y aunque ella parecía estar nerviosa al principio después se relajó bastante, claro "ayudada" por Andreas... pasamos casi toda la tarde ahí, le mostré la casa y le conté varias cosas sobre mí, el tiempo se me fue volando, jamás había sentido que el tiempo pasara tan rápido, para un vampiro a veces la “eternidad” puede volverse un concepto bastante tedioso pero imaginaba que al lado de Beth podría soportar siglos enteros.




En la escuela nos volvimos la “novedad” del momento en cuanto notaron que salíamos juntos, creo que ninguno de los Kaulitz habíamos tenida tanta atención sobre nosotros, pero por fortuna solo duró unos cuantos días después de eso la mayoría volvió a ignorarme. Aunque claro, no todos tomaron bien la noticia de nuestra relación, Monika no perdió oportunidad para destilar veneno, no paraba de pensar todos los insultos que conocía contra Beth, sentía envidia, “...maldita, zorra no entiendo como ella puede tener la atención de Georg y encima ¡estar con alguien como Bill Kaulitz!...” cosas como esa se podían escuchar en sus pensamientos, pero su forma de pensar cambió en cuanto se dio cuenta que Beth y Georg tuvieron un distanciamiento.




Beth me contó sobre eso, la ponía muy triste pues ellos habían sido amigos desde niños aunque después dejaron de verse un tiempo, lo apreciaba de verdad y a mí me dolía demasiado verla deprimida, sobre todo cuando yo sabía la razón del “extraño” comportamiento de Georg, pero esta vez no podía revelarle la verdad, éste era un secreto que no me pertenecía y no podía hacer nada para cambiarlo, según lo que ella me había contado Manfred, el padre de Georg les había dicho a ella y a sus amigos que Georg estaba enfermo, nada de cuidado solo una gripe, pero yo sabía que eso no era verdad, lo más seguro era que Georg estuviera pasando por la etapa de transición por la que pasan la mayoría de los chicos de Geifswalder Bodden, bueno al menos los descendientes directos de los licántropos, hasta donde sabía, en cuanto cumplían la mayoría de edad adquirían la capacidad de volverse hombres lobo, pero era un secreto y lo mantenían oculto, solo como una leyenda.


Ahora tenía que tomar más precauciones, teniendo en cuenta que los amigos de Beth terminarían convirtiéndose en licántropos. Por el momento no había tenido problemas ya que su olfato no estaba aún tan desarrollado como para darse cuenta de lo que soy. Mientras tanto no me preocuparía todavía por eso, mientras ellos no sospecharan que su amiga era la novia de un vampiro, todo estaría bien...




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16 jul 2011

Capítulo 17:

Ups!!! Creo que me tardé un "poquito" para subir capi... jiji!! sorry...
pero pliss diganme si les va gustando!!!
Bueno ya las dejo leer... =)






-------Narra Beth--------



Los papás de Bill nos observaban de pie junto a la amplísima escalera, al doctor Jörg ya lo había visto una vez en el hospital, asumí que quien estaba a su lado era Simone, la única de la familia que nunca había visto, tenia la piel blanca y los mismos rasgos hermosos que el resto, los 2 vestían de manera informal, me sonrieron pero ninguno dio ni un paso hacia donde estaba, tal vez para no asustarme, yo les devolví la sonrisa...



-Mamá, papá, les presento a Beth- dijo Bill con una sonrisa, rompiendo el silencio


-¡Bienvenida Beth!- dijo su papá acercándose y dándome la mano


-Me alegro de volver a verlo, doctor Kaulitz


-Dime Jörg, por favor


Simone sonrió y dio un paso para darme su mano


-Me alegro mucho de conocerte, y llámame Simone- dijo alegremente


-¡Gracias! Yo también me alegro Simone- dije tímidamente, comenzaba a sentirme un poco más cómoda, parecía haberles agradado y eso me tranquilizó


-¡Hola Bill!- dijo una voz femenina que venía de arriba de las escaleras, me giré para ver quien era, aunque me imaginaba que se trataba de la hermana de Bill, vi que Mila y Tom venían bajando las escaleras tomados de la mano y detrás de ellos venía Andreas

-¡Hola Beth!- dijo Mila soltando la mano de Tom y corriendo hasta llegar a mí y darme un beso en la mejilla, por la forma en que me saludo cualquiera hubiera pensado que nos conocíamos de hace años y éramos grandes amigas, yo le devolví el gesto


-Hola Beth- me dijeron casi al mismo tiempo Tom y Andreas una vez que bajaron las escaleras, les devolví el saludo, ellos no se acercaron para darme la mano pero me imaginé que también era parte del “plan” para no asustarme así que no me lo tomé personal, casi enseguida sentí una sensación de alivio y todos mis nervios se esfumaron por completo, en ese momento recordé lo que Andreas era capaz de hacer y en verdad que se lo agradecía


-Me da mucho gusto conocerlos... la casa es hermosa- dije mientras mis ojos seguían recorriendo la sala


-Gracias, también a nosotros nos da mucho gusto conocerte por fin, siéntete como en tu casa- dijo Simone con una sonrisa y después todos salieron y nos dejaron solos a Bill y a mí


-Ven, te mostraré toda la casa- dijo Bill tomando mi mano, recorrimos un pasillo, las paredes estaban adornadas por pinturas antiguas, mientras él iba señalando cada una de las habitaciones, había piezas que cualquier museo envidiaría pero también había aparatos electrónicos muy lujosos y modernos que hacían un lindo contraste como la enorme pantalla plana del cuarto de entretenimiento; el comedor era hermoso, la mesa era para 12 personas y en medio lucía un candelabro de plata, había otra habitación que estaba repleta de instrumentos, varias guitarras y un piano, Bill me dijo que a Tom y a él les gustaba pasar mucho tiempo aquí, Tom era un gran guitarrista según había dicho Bill; después me mostró la biblioteca, era enorme, todas las paredes estaban “tapizadas” con estantes llenos de libros de piso a techo, me imaginé que ni siquiera en un siglo de vida sería posible terminar de leer esto.



No me había dado cuenta que ya estaba oscureciendo hasta que Bill dijo que se estaba haciendo tarde y debía llevarme a mi casa, no pude despedirme de su familia porque no los vi por ningún lado, pero imaginé que no sería la última vez que los vería, si todo salía como hasta ahora, iba a pasar gran parte de mi tiempo con Bill.


Durante el camino de regreso a mí casa seguimos platicando de varias cosas, entre otras le pregunté lo que se sentía estar cerca de un humano cuando se es un vampiro, me habló acerca de lo que le provocaba la “sed”, el ardor en la garganta y todo eso, pero siempre tratando de no asustarme, también me habló de los esfuerzos que hizo para no abalanzarse sobre mí el primer día que me senté junto a él en la clase de química, al escuchar todo el tormento que significó para él sentí un dolor en el corazón por haberlo juzgado mal.


Se detuvo frente a mi casa y cuando me di cuenta ya estaba abriendo la portezuela y dándome la mano para salir...


Creo que iba a tener que acostumbrarme a su caballerosidad, nunca antes nadie me había tratado así, pero me gustaba.


Nos despedimos con un beso rápido para no forzar de más el autocontrol de Bill y me deseó buenas noches, iba a medio camino cuando me giré


-Bill- lo llamé


-¿Sí?


-Mañana en la escuela ¿Qué vamos a decir?... me refiero a nosotros... a que estamos juntos


-Pues... la verdad, que estamos juntos- dijo acercándose a mí- que nos queremos... si no te molesta claro


-¡No, claro que no! al contrario, quisiera gritarlo a los cuatro vientos, pero... yo pensé que tal vez tu familia preferiría mantenerse alejada de los... humanos y...


-No, no te preocupes por eso, de todos modos vamos a ser cuidadosos... no tenemos por que esconder lo que sentimos nosotros- dijo acariciando mi mejilla, mientras yo sonreía de oreja a oreja por lo mucho que me había gustado como sonaba ese “nosotros”.


Entré a la casa y preparé algo de cenar, la verdad es que mi pancita me pedía a gritos comida, desde el receso en la escuela no había comido nada, tomé del refrigerador un poco de pollo asado que había quedado del dia anterior y lo metí al microondas mientras esperaba que Arthur llegara, traté de no pensar en todo lo que había pasado en el día, no quería que papá me notara rara, cuando llegó cenamos mientras me contaba como le había ido durante el día, al parecer había tenido bastante trabajo, había varias personas que habían reportado haber visto un animal salvaje en el bosque muy cerca de la costa y lo estaban buscando, tal vez se trataba de un oso y me advirtió que no me alejara de la ciudad por el momento, le aseguré que tendría cuidado para tranquilizarlo pero realmente no podía sentir otra cosa que emoción y alegría por saber que mañana volvería a ver a Bill y esta vez todo sería diferente entre nosotros.



En cuanto me cepillé los dientes, me puse la pijama y recargué la cabeza en mi almohada caí en un profundo sueño, ni siquiera podría recordar si soñé algo, mi sueño fue tan profundo como el de un bebé, pero fui despertada por el sonido de un claxon que no conocía, me levanté y me asomé a la ventana, afuera estaba estacionado el Audi y junto estaba Bill de pie.


Estaba bastante nublado y caía una lluvia tan fina que apenas se notaba pero por primera vez sentí que la lluvia me agradaba más que el sol, corrí a mi closet y saqué lo primero que me encontré, claro algo que combinara y me hiciera lucir lo mejor posible, me di una ducha rapidísimo y dejé mi cabello suelto, solo me puse una diadema a juego con mi blusa, eché un último vistazo al espejo y bajé corriendo las escaleras, ni siquiera me preocupé por desayunar, ya tomaría algo en la cafetería de la escuela. Él estaba esperándome con una sonrisa tan hermosa que sentí que dejaba de respirar con solo mirarlo, nos dimos un beso rápido y nos dirigimos a la escuela.


Cuando llegamos ya había varios autos estacionados, como de costumbre nadie parecía prestar la más mínima atención a Bill, pero una vez que él me abrió la puerta y salí del auto todas las miradas estaban puestas en mí, eso era algo que odiaba, ser el centro de atención, pero por lo visto sería inevitable, podía escuchar todos los cuchicheos a nuestro alrededor mientras atravesaba el estacionamiento aferrada al brazo de Bill


-Creo que nadie se esperaba verte conmigo... y hay a quien no le hace mucha gracia- me murmuró divertido, obviamente estaba leyéndole la mente a los que estaban cerca- en especial a tu amigo- estaba a punto de preguntar a quien se refería cuando me topé con unos ojos verdes que nos miraban bastante molestos, Georg estaba a un lado de su auto y parecía querer fulminar a Bill con la mirada... ¡oh no!



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