RESUMEN


¿Qué harías si todo tu mundo cambiara derepente? ¿Si todo lo que pensabas imposible fuera real? Si la persona que más amas estuviera a punto de matarte... y guardara un secreto que podría cambiar tu vida...


CATEGORIA: hetero.

GÉNERO: romance, vampiros

PERSONAJES: Tokio Hotel

CLASIFICACIÓN: +15

TERMINADA: no

23 jun 2011

Capítulo 14:

-------Narra Beth-------



Pasé todo el fin de semana dándole vueltas a todo eso de las leyendas de vampiros, de ser verdad tenía que hablar con Bill, tenía que decirle que no me importaba que no fuera humano o lo que sea, yo no iba a revelar su secreto y podía confiar en mí. Pensaba esperar hasta el martes para hablar con él al final de la clase de química pero el lunes después del receso nos topamos en el pasillo, al verme desvió la mirada como siempre y aceleró el paso pero yo lo seguí



—Bill— le llamé, hizo como si no me hubiera escuchado, así que yo también apreté el paso para alcanzarlo. Iba en dirección contraria a mi salón pero no podía desperdiciar la oportunidad de hablar con él


—¡Bill!— insistí, esta vez más alto. Se volteó para verme y luego miró a su alrededor, como si le preocupara que alguien nos oyera y se dirigió al patio y luego se fue adentrando en la parte boscosa que estaba cerca, no tuve más remedio que seguirlo, al parecer eso era lo que él quería, de otra manera se hubiera metido a su clase. Seguimos caminando, él iba bastante rápido y sin hablar, yo casi tuve que correr, de pronto se detuvo en un claro del bosque



—Tenemos que hablar— le dije bastante nerviosa, no sabía ni como empezar



—Está bien, hablemos— dijo él para mi sorpresa y después se quedo callado, finalmente comprendí que tendría que dar el primer paso yo.



(Dar play)



—Lo que... pasó... hace 2 semanas en el bosque...— dije mientras buscaba su mirada —¿Fue real? quiero decir... ¿Tu y yo...?



—Sí, yo estaba contigo— dijo mirándome fijamente




—Sí fue real ¿Entonces por qué sigues tratándome así? ¿Por qué no me dejas acercarme?...— dije sonando un poco más desesperada de lo que me hubiera gustado —Bueno, creo saber...porqué lo haces



—¿En serio? ¿Cuál es tu teoría?



—Bueno, tal vez pienses que estoy loca... pero creo que tienes un... secreto o algo así, por eso te has mostrado tan frío conmigo... pero puedes confiar en mí, ya lo sabes, creo que hasta ahora te lo he demostrado— me di cuenta que hablábamos en susurros.



—Creo que eres mucho más observadora de lo que pensaba...— suspiró —ok, quiero oír tu teoría



—awmm... no sé cómo empezar —admití bajando la mirada, creo que ya estaba perdiendo valor



—¿Por qué no empiezas por decirme como llegaste a esa conclusión?



—Bueno... una semana después de mi cumpleaños fui con mis amigos a la playa— me arriesgué a alzar los ojos y contemplar su rostro. Parecía confundido —Georg y Gustav me hablaron sobre...



—Los chicos de Greifswalder Bodden— me interrumpió, una expresión de miedo sustituyó al desconcierto anterior


—Sí, bueno me estuvieron contando viejas leyendas para asustarme... había una de... vampiros...



—Sigue ¿Qué pasó entonces?— preguntó



—Pues, recordé todas tus advertencias... y otras cosas que yo había notado, también busqué en Internet, no sé... había cosas que encajaban, o eso creo...



—¿Qué cosas has visto?— me pregunto todavía como asustado, le repetí todo lo que había notado, su piel extremadamente blanca, su ausencia los días soleados, sus manos heladas, su extremada fuerza cuando me salvó del incendio y el árbol y lo principal... las marcas que había notado en mi cuello, se puso tenso al mencionarle eso —Y decidí que no me importa— susurré.



—¡¿Que no te importa?!— dijo incrédulo



—No, no me importa lo que seas, quiero estar contigo siempre...



—¿De verdad no te importa que no sea humano?— su voz tenía una nota de burla


—No... entonces ¿Estoy en lo cierto? ¿Eres un vampiro?— pregunté con un poco de miedo, era la primera vez que lo sentía desde que empezamos a hablar, pero no tenía miedo de él sino de su reacción, de que esto lo alejara más de mí



—¿Por qué siempre me lo pones tan difícil? ¿Tienes una idea de lo mucho que me cuesta estar lejos de ti? Sabes que solo quiero protegerte, ¿verdad?— susurró acercándose a mí —Quiero que estés a salvo— sus palabras hicieron que el miedo desapareciera



—Y yo solo quiero que estés conmigo— dije reuniendo valor —Todavía recuerdo lo que me dijiste esa noche, que tu también me querías...



—¿Cómo es que— dijo frunciendo el ceño —recuerdas eso?



—¿Se supone no debería hacerlo?— dije extrañada



—Técnicamente, no ¿No entiendo como paso?



—En realidad no lo recordaba, o al menos no mucho, era como cuando no puedes recordar un sueño, tú sabes...



—No, no lo sé, yo no duermo y tampoco sueño...



—¿No duermes? ¿Nunca?



—No nunca... pero dime como lo recordaste



—ah, pues el día que me salvaste de... morir aplastada por el árbol, creo que fue por la adrenalina tal vez... no sé... bueno yo también tengo algunas preguntas— me tomó de la mano y nos sentamos en el tronco de un árbol


—¿Sobre qué?


—¿Cuántos años tienes?


—Diecisiete



—¿Pero desde cuándo?



Suspiró —Desde hace 90 años



—ah— fue lo único que pude decir, el sentido común me decía que debería estar aterrada, pero no me sentía de esa forma, así que pasé a la siguiente pregunta, tenía que aprovechar que estaba siendo sincero conmigo —¿Qué es lo que hace que no recuerdes la... mordida de un vampiro?— dudó unos instantes en responder pero finalmente lo hizo



—Bueno... es nuestra saliva... es como una especie de veneno, pero no es mortal, solo provoca algún tipo de alucinaciones cuando entra en tu torrente sanguíneo y es como si borrara la memoria —me dijo con gesto preocupado, tal vez pensó que me daría un ataque de pánico o algo así cuando comprendiera todo esto —¿Todavía quieres estar conmigo? ¿A pesar de saber lo que soy?— preguntó con cautela



—Bill ya te dije que no me importa y también entiendo que no pudieras decirme nada de esto... pero ahora sabes que puedes confiar en mí, nadie sabrá nada de lo que me has dicho



—En verdad... comprendes por qué tenía que mantenerlo en secreto... no puedo arriesgar a toda mi familia...


—Sí y también entiendo que querías protegerme, pero ya me mordiste una vez y no pasó nada... quiero decir no estoy muerta ni soy un vampiro ¿Verdad?— él trató de contener una sonrisa pero no pudo


—Bueno, una mordida no te convierte en vampiro y tampoco puede matarte... a menos que tomara toda tu sangre— dijo poniéndose serio nuevamente —Beth no estoy seguro de que hubiera pasado esa noche si Tom y Mila no hubieran llegado y no me hubieran obligado a detenerme... no quiero ni pensarlo...


—No creo que eso hubiera sido necesario, sé que no me matarías, te hubieras detenido antes— dije sorprendiéndome yo misma de la seguridad de mis palabras, él me miró igual de sorprendido —Lo sé por lo que me dijiste, dijiste que me querías y luego me salvaste del accidente, eso es suficiente para que yo confié en ti


—Sí, te amo es cierto... pero no estoy muy seguro de mi autocontrol


—Bueno podríamos intentarlo, sé que ahora no tienes hambre— dije tratando de no pensar en quién había “donado” su sangre para alimentarlo


—¿Cómo sabes que no tengo hambre?— preguntón una sonrisa


—Pues por el color de tus ojos, creo que cambian de color cuando tienes hambre... en realidad no estoy muy segura, es algo en lo que he estado pensando, pero creo que son negros cuando tienes hambre y estás un poco irritable... y ahora son de color miel, así que... creo que no tengo de qué preocuparme...— dije sonriendo tímidamente


—Ya lo dije, realmente eres muy observadora, creo que nadie antes se había percatado de ese detalle— dijo divertido


—Entonces hazlo... bésame— dije acercándome más hacia él, su rostro perfecto estaba a escasos centímetros del mío, al principio dudó pero después tomó mi rostro con sus manos frías y lentamente rozó sus labios con los míos y nos fundimos en un beso...


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Les gusta el fic???
Se aceptan criticas (solo no sean mala onda... eh? *__*)

Kusses y vielen Dank por leer!!!!

1 comentario:

clauss dijo...

ayy a mi me encanta como como va amiga me gusta mucho