Hallo Aliens!!! despues de mucho aqui les traigo nuevo capi por fin =3
----------Narra Beth--------
Di un paso hacia atrás mientras veía como
Georg trataba de controlar los temblores que le recorrían todo el cuerpo.
Comenzaba a aterrarme de verdad solo de
pensar que él acabaría descubriendo la identidad de los Kaulitz... tenía que
distraerlo, pensé que sería mejor si me apegaba lo máximo posible a representar
“el papel” de la inocente, así que lo negué todo, le dije que yo no sabía nada,
que no entendía como era que esos vampiros me habían acorralado en el claro...
pero no funcionó, quizá los Lobos tenían un poder o un sexto sentido que les
avisaba cuando alguien mentía, o quizá yo era una pésima mentirosa, como sea,
no conseguí engañarle...
Respiró profundamente, estiró los músculos
de la espalda, los relajó y me dijo -Esta bien... si no quieres contarme, estas
en tu derecho, supongo que lo último que quieres recordar es algún encuentro
que hayas tenido con esa... vampiresa -hubo una nota de asco en su voz cuando
dijo la última palabra, pero realmente tenía razón, lo último que quería era
recordar el día que había conocido a Inna -Pero te prometo que no vas a volver
a toparte con ella ni con ninguna otra sanguijuela de esas... te prometo que no
voy a dejar que se acerquen a ti, voy mantener vigilada tu casa y si alguno, el
que sea, intenta acercarse a ti ¡Yo mismo le voy a arrancar la maldita
cabeza!
-¡No! -no pude evitar gritar, no debía
dejar que Georg vigilara mi casa, si lo hacía, inevitablemente acabaría
descubriendo a Bill, continué rogándole que no lo hiciera, que me preocupaba
que saliera lastimado por mi culpa y eso no era mentira, me sentía entre la
espada y la pared, no quería que Georg estuviera en peligro estando cerca de
vampiros que no eran como los Kaulitz ¡Los que andaban tras de mí se
alimentaban de personas!
-Por favor no lo hagas... no tienes por
que dedicarme una atención especial- le dije -Ya es suficiente con que andes
merodeando por el bosque, esa ya es suficiente preocupación...
-No te preocupes ¿Qué más te da si me
ocurre algo?- dijo con gesto sombrío
-No digas eso, sabes de sobra cuánto
significas para mí... siento mucho que no sea de la forma... que tu quisieras,
pero... eres mi mejor amigo, al menos, antes lo eras... y aún sigues siéndolo-
Georg me dedicó una enorme sonrisa, pero mi amigo era demasiado terco e ignoró
todos mis ruegos, así que ya no tenía nada que hacer ahí.
De nuevo le agradecí que me hubiera
salvado el día anterior y luego me subí a mi auto, tenía que hablar con Bill y
decirle que tuviera cuidado, probablemente sería bueno que dejáramos de vernos
por unos días, al menos mientras Georg vigilaba mi casa, con un poco de suerte
la manada encontraría a Inna, la asustarían y desistiría de su idea de acabar
conmigo, así Georg volvería a mantenerse lejos de aquí y nosotros podríamos
volver a vernos... no, a quién quería engañar, esto era más complicado de lo
que yo quisiera.
Me metí en la casa de puntitas sin hacer
el menor ruido posible para que Arthur no despertara, por suerte seguía en su
recámara aunque no tardaría mucho en despertar así que fui a la cocina y
mientras preparaba el desayuno llamé a Bill, le dije que tenía varias cosas
importantes que decirle pero que tenía que hacerlo por teléfono, al principio
quería venir a verme pero lo convencí de que primero tenía que escucharme.
Le conté que había ido a buscar a Georg,
aunque no dijo nada ya me estaba imaginando la cara que debía de tener pero no
me importó y seguí, le dije todo lo que me había dicho mi amigo acerca del
número demasiado grande de vampiros que se habían acercado a los bosques
últimamente y acerca de la vampiresa rubia a la que habían visto rondando por
los alrededores de mi casa y que siempre lograba escapárseles cuando se
arrojaba al mar, también a él le rogué que no se acercara a mi casa ya que
Georg había prometido cuidarme y sería riesgoso que se encontraran, Bill me
escuchó hasta el final y solo me dijo que aceptaba con la condición de que no
saliera sola y esta vez sí cumpliera mi promesa, le aseguré que lo haría y me
dijo que tenía que hablar con su familia, pero no quiso decirme nada de lo que
pensaba hacer.
Al día siguiente cuando abrí la puerta de
la casa para ir a la escuela me encontré con Georg, lo miré sorprendida,
sinceramente no esperaba que estuviera tan cerca
-Hola- dijo
-Hola... creí que solo vigilarías los
alrededores, espero que seas eficiente- dije alzando una ceja, él sonrió
-Lo soy... -dijo enarcando la ceja de la
misma manera y después sonrió -Dave dijo que alguien más podía ocuparse de vigilar
por el resto del día y aceptó cuando le pedí que me dejara llevarte a la
escuela, así que ahora soy algo así como tu guardaespaldas personal- me tendió
su mano, la tomé y me llevó a mi auto donde me abrió la portezuela del
copiloto, así que no tuve más remedio que darle las llaves. Por suerte esta vez
traía una playera puesta, caía una ligera lluvia pero combinada con el viento
frío, calaba hasta los huesos
-Te ves cansado- dije mientras observaba
los círculos morados que rodeaban sus ojos -Tal vez deberías irte a tu casa y
descansar, apuesto a que no has dormido en días...
-Te dije que había estado ocupado... nos
ha llevado bastante tiempo mantener a raya a todas esas sanguijuelas
Ignoré el comentario recordándome a mi
misma que no se refería a todos los vampiros, sino a unos realmente asesinos
-Dijiste que Dave estuvo de acuerdo en que me acompañaras, o sea que él es el
líder de la manada ¿no?
-Él es el Alfa y no se pueden ignorar las
órdenes del alfa- me explicó varias cosas mientras llegábamos a la escuela,
como que entre los miembros de la manada podían escuchar sus pensamientos pero
solo cuando estaban en forma de lobos, eso no era muy agradable, era imposible
tener secretos y aún le costaba trabajo acostumbrarse, pero era útil cuando
tenían que coordinarse.
Mientras estaba en la escuela pensé que
tal vez no era tan mala idea tener a Georg como mi “guardaespaldas” como él
había dicho, me sentía segura estando con él, más aún después de saber que los
lobos no tenían nada que ver con la muerte de más de 10 personas, además Bill
ya estaba avisado acerca de la vigilancia de Georg y no tenía de qué
preocuparme, había matado dos pájaros de un tiro, estaba protegiendo el secreto
de Bill al haberle pedido que no nos viéramos y estaba cumpliendo la promesa
que le había hecho de no salir sola, casi me sentía feliz, estando cerca de
Georg no había tenido esa sensación de alguien acechándome.
A la hora de la salida Georg ya estaba de
pie junto mi auto en el estacionamiento y estaba platicando con algunos de
nuestros compañeros del curso anterior. Durante el trayecto a mi casa seguimos
charlando, me contó que aunque ya no asistía a la escuela, el padre de Frank
que era profesor les estaba dando clases particulares.
Georg detuvo el auto frente a mi casa, así
que yo abrí la portezuela y en el mismo instante él alargó el brazo y la cerró
de golpe, lo miré confundida por su reacción y esperé que dijera algo
-Hay un vampiro allá afuera... puedo
olerlo- dijo seriamente y noté como se iba tensando todo su cuerpo y sus ojos
comenzaban a cambiar de verde a casi naranja, me di cuenta que estaba a punto
de transformarse al mismo tiempo que yo sentía una oleada de miedo, tal vez era
Inna que esta vez se encargaría de cumplir su propósito ella misma... giré la
cabeza para ver por la ventanilla, tuve que limpiar el cristal con la manga de
mi chamarra porque estaba empañado, todo parecía en calma... vi por el espejo
retrovisor y cuando lo hice estuve a punto de gritar y un escalofrío me
recorrió la columna vertebral al ver estacionado cerca de los árboles el ya muy
familiar Audi blanco...
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