RESUMEN


¿Qué harías si todo tu mundo cambiara derepente? ¿Si todo lo que pensabas imposible fuera real? Si la persona que más amas estuviera a punto de matarte... y guardara un secreto que podría cambiar tu vida...


CATEGORIA: hetero.

GÉNERO: romance, vampiros

PERSONAJES: Tokio Hotel

CLASIFICACIÓN: +15

TERMINADA: no

3 oct 2011

CAPÍTULO 31:

---------Narra Beth-------







Estaba contándole a Bill todas las cosas extrañas que me habían estado pasando, yo creía que eran imaginaciones mías pero al parecer era más que eso, bueno la verdad aún no entendía muy bien, porque Bill no me había dicho con detalles cómo eran las visiones que Mila había tenido, cuando de pronto él se levantó de un salto de mi cama mientras decía el nombre de Inna, parecía muy enojado, creo que nunca lo había visto así, tenía los dientes y los puños apretados y me asusté un poco.






Pensé que no me daría tiempo de detenerlo antes de que saliera de mi habitación pero estaba tan concentrado en su enojo que pude tomarlo del brazo y detenerlo. Debió notar mi miedo porque respiró profundo y relajó la postura... después de varios minutos la expresión de su rostro casi volvió a reflejar la misma dulzura de siempre, regresó y se sentó de nuevo junto a mí



-No estoy seguro pero tal vez Inna esté detrás de todo esto -dijo sentándose a mi lado en la cama- Mira, el día que ella estuvo aquí pasó algo inusual... cuando Andreas llegó a la casa estábamos discutiendo acerca del “poder” que ella había visto en ti y todos estábamos algo... alterados, así que mi hermano hizo que nos relajáramos un poco... entonces noté que de pronto todos los pensamientos de Inna que estuvieran relacionados contigo habían desaparecido, era como si ella se hubiera olvidado por completo del asunto o como si nunca te hubiera visto, la verdad no le di mucha importancia en ese momento pero ahora pude atar todos los hilos y creo que ella está planeando esto- me miró con preocupación, yo comenzaba a sentirme mareada porque mientras lo escuchaba yo también “ataba hilos” en mi cabeza -¿Beth estás bien?- me preguntó pasando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, hasta este momento no me había dado cuenta pero debía estar echa una facha después de haber llorado y dormido no sé cuanto tiempo



-Sí... solo que puede que tengas razón... tal vez Inna quiere que otros vampiros me encuentren... tal vez por eso mi ropa desapareció...



-Alguien debió tomarla para poder reconocer tu olor y rastrearte... quizá fue ella misma -dijo con gesto pensativo- pero no entiendo como pudo pasar desapercibida... Mila nunca la ha visto en sus visiones...



-Tampoco notó que yo estaba relacionada- le recordé



-Es verdad... Inna conoce como funcionan las visiones de mi hermana... es por eso que apartó todos los pensamientos relacionados contigo, sabe que cuando  alguien no ha decidido lo que va a hacer Mila no puede ver claramente... ella está cambiando de planes, aún no se ha decidido a atacar y mientras no lo decida no debemos confiar 100% en las visiones de Mila... la única forma de saberlo es buscándola... Beth- dijo tomando mi cara entre sus manos frías para que nos miráramos a los ojos- No voy a dejar que nadie te haga daño, ningún vampiro ni cualquier otra cosa... te lo juro...






Sentí que me perdía en la intensidad de su mirada y me olvidé hasta de respirar, Bill acercó sus labios a los míos y me besó con la misma intensidad con la que me había prometido protegerme...












Él terminó el beso justo cuando comenzaba a marearme por falta de oxigeno, se levantó de la cama y se dirigió a la ventana por la que desapareció con un ágil salto, esperé escuchar algún ruido y contuve la respiración pensando que tal vez Arthur pudiese despertar, pero nunca escuché nada... siempre me preguntaba como alguien tan alto podía moverse con tal elegancia.






Me sentía tan cansada y atolondrada por el susto de la tarde que me quedé dormida nuevamente, a pesar de tener mil preguntas en la cabeza... Bill me había dado una vaga explicación acerca de que los Brujos mantienen una lucha contra los vampiros, dijo que hasta hace varios años algunos se dedicaban a cazarlos y exterminarlos, aunque al parecer esa práctica ya no era muy común, de ahí que la peor pesadilla de un vampiro sea toparse con uno de ellos y que por esa razón Inna se había alarmado cuando supo que mi anillo tenía “magia”, pero para ser sinceros eso no me parecía motivo suficiente para que ella intentara acabar conmigo... ¿Cómo podía pensar que yo representara un peligro para los de su clase? yo no era mas que una simple e insignificante humana y ni siquiera tenía la más mínima idea del origen de mi anillo... ahora nuevamente estaba más que interesada en averiguar de donde había salido. 



Cuando desperté aún era temprano, sabía que papá estaría dormido por lo menos otras dos horas por lo que me quedé en la cama tratando de no recordar mucho lo del día anterior, pero cuando cerré los ojos un segundo vi al enorme lobo marrón que había pasado tan cerca de mí, estaba casi segura que ese era Georg y todo mi esfuerzo por mantenerme tranquila se fue a la basura, la ansiedad me atrapó... me preguntaba que había pasado con él ¿Estaría bien? ¿Y si algún vampiro lo había herido? ¡No! ¡Eso no!






Durante los últimos meses me había tenido que aguantar las ganas de verlo, quería decirle que no me importaba en lo que se hubiera convertido, yo lo quería y deseaba que siguiéramos siendo amigos, pero no podía, no podía dejar que él descubriera que Bill era un vampiro... con todo el dolor de mi corazón tuve que dejar que él pensara que yo había decidido que lo mejor era alejarme de él cuando adiviné su secreto, era la única manera de proteger a Bill... pero ahora las cosas eran diferentes, si los lobos no hubieran llegado ayer al claro, a estas horas yo estaría muerta... Georg me había salvado, había arriesgado su vida por mí y yo no podía ser tan malagradecida y mala amiga... tenía que buscarlo, hablar con él para agradecérselo.



Me levanté de la cama, busqué mi ropa en el closet y me di una ducha. Lo mejor sería salir ahora, antes de que Arthur despertara, con lo que había pasado ayer no creía que fuera a dejarme salir sola y de verdad no podía esperar para ver a mi amigo.



Mientras conducía hasta Greifswalder Bodden había pensado que era mejor esperar frente a la casa de los Listing hasta que Georg o Manfred salieran, era demasiado temprano y no quería llegar a molestar... ya había pasado bastante tiempo desde la última vez que había hablado con Georg y no tenía muy claro lo que le iba a decir... aún no llegaba a su casa cuando lo vi pasar, venía saliendo del bosque y llevaba puesto solo unos jeans y aunque se veía muy bien debía de estarse congelando






-¡Georg!- lo llamé mientras paraba el auto al pie de la carretera... cuando bajaba del auto él ya casi estaba junto a mí



-¡Beth!- dijo con una sonrisa de oreja a oreja, me abrazó tan fuerte que sentí que no podía respirar y me levantó del suelo con una facilidad como si fuera de papel... mis nervios se esfumaron, parecía como si el tiempo no hubiera pasado, como si nunca hubiéramos dejado de vernos todos los días en la escuela





-¿Cómo has estado? debes tener frío...- le dije



-He estado algo ocupado pero bien y no te preocupes no tengo frío- respondió en tono casual y encogiéndose de hombros, la verdad me preguntaba de qué forma podía estar ocupado un chico que ya no asistía a clases y que ahora podía convertirse en lobo -¿Y tú?



-Quisiera decir lo mismo, pero no se si “bien” sea lo correcto... -le sonreí tímidamente y tomé aire -Georg... en realidad vine para... agradecerte... lo de ayer... -dije lentamente, él asintió



-Bueno... no tienes que agradecerlo... -dudó por unos instantes y luego continuó -¿Puedo hacerte una pregunta?



-Sí, lo que sea -casi al momento de decirlo me arrepentí



-¿Qué hacías en el bosque a esa hora? pensé que Arthur no te dejaba salir sola...



-¿Cómo sabes eso?... ah sí, seguro se lo contó a tu papá -me respondí yo sola



-Ellos sí siguen frecuentándose Beth... -no se si era mi imaginación pero creí escuchar una nota de reproche en su voz- Aunque en realidad fue al revés, mi papá le dijo al tuyo que no era seguro que anduvieras sola en el bosque y menos de noche -dijo mirando al suelo



-... ¿Tú se lo pediste verdad? -no me respondió pero sabía que era cierto, seguramente estaba protegiéndome de ellos, de su manada, entonces no pude evitar sentirme molesta e indignada por su comportamiento -¡¿Cómo puedes hacer eso?!- grité -Agradezco que te preocupes por mí y... y me cuides, pero ¡¿Y las demás personas?! ¡¿Acaso ellos no importan también?!



-¡Claro que sí! y lo intentamos... pero no es posible proteger a todos, de verdad que nos hemos esforzado y creo que hemos hecho un buen trabajo, ¡No quiero ni pensar cuantas personas estarían muertas si no hubiéramos acabado con varios de esos asquerosos vampiros! -casi me ahogo cuando escuché eso



-¿Cómo? no entiendo... ustedes no... ¿Fueron vampiros los que mataron a todas esas personas?



-Pues sí ¿Qué pensabas? ¡¿Qué habíamos sido nosotros?!- dijo, bueno más bien gritó






-Bueno... lo siento... pero las desapariciones comenzaron cuando la gente dijo que veía “osos” por aquí cerca y...



-Está bien... tal vez no tenías razones para pensar otra cosa... -respiró profundamente -Dave dijo que le había preguntado a su padre y él le había dicho que era extraño que hubiera tantos vampiros a la vez, nunca hay más de dos o tres, así que nunca son tantas la victimas pero esta vez... no sé que pasa... siento mucho que ayer solo hayamos podido con dos... los otros tres fueron más rápidos, pero te aseguro...



-¿Tres? dijiste que... acabaron con dos, solo había cuatro en el claro- le interrumpí



-Bueno en el claro sí, pero había otra escondida entre los árboles... no entiendo lo que quiere, es como si buscara algo, siempre parece estar merodeando... -me miró con el ceño fruncido por la preocupación -No te asustes Beth pero esa rubia de rizos casi siempre parece estar merodeando por los alrededores de tu casa, la perseguimos pero siempre se desvía hacia el mar y... desgraciadamente son más veloces en el agua... -esta vez casi sentí que me caía, las piernas se me aflojaron, esa rubia de rizos de la que hablaba Georg debía ser Inna, así que las sospechas de Bill eran ciertas... ella estaba cazándome, intenté con todas mis fuerzas parecer normal, como si no supiera de lo que me estaba hablando pero no sabía si lo estaba haciendo bien, Georg me miraba fijamente, estudiando mi reacción y como si pudiera oler mi miedo...



-Ya lo sabías ¿No es así?... Beth ¿La conoces? ¡¿Qué diablos tienes que ver tú con vampiros?! -dijo y casi pude ver cómo sus pupilas verdes se tornaban casi naranjas como si estuvieran en llamas...




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1 comentario:

clauss dijo...

amiga me encantaron los dos espero mas un beso