----------Narra
Beth--------
Lo que Bill quería era
pedirle un favor, una especie de “tregua”, le explicó a modo muy general lo que
había pasado con Inna y su deseo de acabar conmigo a causa de mi anillo, le
propuso que unieran fuerzas para atraparla, en el momento que mi novio
pronunció el nombre de Inna casi pude ver un destello de fuego cruzar por los
ojos de Georg
-¿Qué te hace pensar que
puede haber una tregua entre nosotros y los de tu especie?- dijo Georg con voz
fría -Nunca se ha sabido de Hombres lobo y Vampiros trabajando juntos...
-Ya lo sé... solo que pensé
“El enemigo de mi enemigo es mi amigo”... solo estoy buscando la manera de
proteger a Beth, veo que eso es importante, tanto para mí como para ti... aún
más allá de nuestra naturaleza... -le respondió Bill
Pero yo ya no estaba tan
segura de que protegerme fuera lo más importante para Georg, no después de
enterarse que yo salía con un vampiro... lo pensó bastante tiempo, durante el
cual los tres permanecimos inmóviles, pero al final aceptó comunicarle a Dave
la propuesta de Bill, noté que no estaba muy contento con esa decisión y no
supe si se debía a lo odioso que le resultaba tener que consultar cualquier
decisión con el Alfa de la manada o a lo odioso que debía resultarle ahora
seguir viéndome como su amiga... como fuera, él no nos aseguró nada, dijo que
si Dave lo aprobaba, él mismo se lo comunicaría, Bill le dijo que tenía que
darse prisa ya que al parecer más vampiros estaban por llegar a Greifswald...
después de eso Georg echó a correr entre los árboles y lo perdimos de vista, yo
me acurruqué sobre el pecho de Bill, me di cuenta que su chamarra estaba
desgarrada de varios lados, le rodeé la cintura con los brazos y dejé que me
remolcara hacia mi auto, dijo que después vendría a recoger el suyo.
Bill quiso llevarme a mi
casa pero lo convencí para que fuéramos a la suya, quería estar enterada de lo
que pensaban hacer para enfrentarse a los otros vampiros, además quería ayudar
en todo lo que me fuera posible, finalmente yo era la causa por la que
ocurriría ese ataque.
A partir de ese momento los
Kaulitz comenzaron a prepararse ya que ninguno parecía estar muy seguro de que
la manada aceptara cooperar, al parecer Mila seguía sin poder “ver” si éstos
aceptaban la “tregua”... si no lo hacían, eso implicaría otro riesgo, ahora no
solo tendrían que enfrentarse a los vampiros sino también a los Lobos, que no
desperdiciarían la oportunidad de cazar a sus enemigos, fuesen simples
desconocidos o los Kaulitz. En realidad yo estaba casi segura de que Dave no
aceptaría unirse a los Kaulitz, ni siquiera cuando en el fondo conservaba un
poco de esperanza de que Georg no me odiara lo suficiente como para dejarme
morir a manos de vampiros crueles, según lo que Georg me había contado Dave era
el Alfa, era quién daba las órdenes a la manada y por lo visto había cancelado
la vigilancia de mi casa o al menos eso parecía ya que mi amigo no había
regresado para llevarme hasta la escuela; de todos modos no permanecía sola ni
un minuto porque Bill se ocupó de llevarme y traerme como siempre.
Afortunadamente dos días
después Georg me llamó por teléfono, dijo que ya tenían una respuesta que darle
a Bill pero no quiso decirme ni una sola palabra más. Cuando llegamos a la
escuela se lo comuniqué a él y sus hermanos, les dije que Dave los buscaría en
la escuela a la hora de la salida, eso me parecía extraño ¿Por qué en un lugar
público?
Yo pensaba que hablarían en
un sitio apartado de los humanos pero Bill me dijo que lo más probable era que
estuvieran desconfiando de ellos y dado que los Kaulitz superaban en número a
la manada, se estaban asegurando de que no intentaran tenderles una trampa, de
todos modos a Bill le parecía una buena idea, estando rodeados de humanos ni la
manada ni los Kaulitz intentarían atacar... bueno, eso era realmente
tranquilizante.
Dave y sus amigos nos
esperaban a un lado del estacionamiento, a un par de metros del Audi, donde
Jörg me dijo que los esperara, sí por supuesto, los papás de Bill también
estaban ahí... de vez en cuando observaba el color de los ojos, tanto de los
Lobos como de los Vampiros, pero todos parecían estar bastante relajados,
mientras intentaba disimular que estaba escuchando, aunque era muy complicado
hacerlo a pesar de tener la ventanilla bajada, todos hablaban casi en susurros
pero ninguno parecía tener problemas para oír, excepto yo claro... no pude
seguir toda la conversación pero entendía que los chicos de la manada habían
aceptado, claro con algunas condiciones.
Dave y Jörg se estaban
poniendo de acuerdo para reunirse en otro lugar y concretar los preparativos
del ataque, lo que no me extraño dado que ellos eran los “líderes” de los dos
grupos, los demás solo asentían cuando era necesario.
Me resultaba bastante
extraño ver a Bill haciendo planes con Georg y viceversa y aunque era una
sensación agradable me recordé a mi misma que no debía acostumbrarme, en pocos
días la “tregua” que habían hecho se terminaría... sabía que Dave había puesto
una condición al aceptar ayudar a los Kaulitz, pero nadie quería decirme qué
era, Mila y Bill le dieron la vuelta al asunto diciendo que no había tiempo que
perder explicándome cosas, ellos tenían que practicar y enseñarles algunas
tácticas de defensa a los Lobos, lo cual me sorprendió, se suponía que ellos
eran letales, al menos así era como me habían parecido en el claro al librarme
de cuatro vampiros, pero Bill dijo que no era bueno confiarse, no sabían el
número exacto de vampiros a los que se enfrentarían, además también, los chicos
de la manada tenían que familiarizarse con el olor de los Kaulitz para evitar
“confusiones” en medio de la batalla, comprender que eso era posible me hizo
sentir enferma...
Estando una noche en mi
cama comencé a llorar, pero mis lágrimas no eran de tristeza o de miedo, eran
de coraje, de frustración, sabía muy bien que a esa hora algunos de los chicos
de la manada y de los Kaulitz estaban en el claro preparándose mientras que un
par de ellos se encontraban vigilando mi casa y manteniéndonos a salvo a mi papá
y a mí, a pesar de que la noche estaba sumida en un profundo silencio sabía que
no estaba sola, estaba siendo protegida, ellos estaban arriesgándose mientras
que yo no podía hacer nada por ellos, y todo era por ser una débil humana... en
ese momento deseé poder volver el tiempo atrás, me reproché el no haberle
pedido a Bill que me transformara antes de que todo esto llegara a tanto, si no
lo habíamos hecho aún, era porque él me había convencido de esperar hasta
después de la graduación, cuando me sería más fácil mantenerme alejada de mis
papás con el pretexto de asistir a una Universidad en otra ciudad, incluso en
otro país...
Tenía que poder ayudar en
algo, no podía quedarme de brazos cruzados sin hacer nada esperando que alguno
de mis amigos, incluso el hombre que amaba, resultara herido en medio de una
batalla que se estaba produciendo por mi culpa, así que tomé una decisión, le
pediría a Bill que me enseñara a pelear contra un vampiro, sabía que se iba a
negar pero siempre existía la posibilidad de tratar de convencerlo... bueno,
quizás no, pero entonces le pediría que me dejara ir al claro mientras se
preparaban y los observaría para tratar de “aprender” algo.
La verdad no me extrañó que
a pesar de mis súplicas y de casi hincarme delante de él, Bill se negara
rotundamente a enseñarme algo, ni siquiera cuando argumenté que cuando fuera un
vampiro necesitaría estar preparada para defenderme, me contestó que cuando ya
lo fuera, él mismo me enseñaría todo lo que sabía pero antes no... estaba a
punto de rendirme cuando Tom, que nos estaba mirando desde arriba de las
escaleras dijo que no me preocupara, si Bill no quería enseñarme él sí lo haría
encantado, lo miré con la boca abierta y no pude ocultar la sonrisa que se iba
formando en mi labios, mientras Bill casi lo fulminaba con la mirada...
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