----------Narra
Beth---------
Al principio me sentía
nerviosa, aunque obviamente muy emocionada, llevaba meses deseando y soñando
con esto, necesitándolo... así que respiré profundo, dejándome llevar por las
sensaciones que las caricias llenas de amor de Bill provocaban en mi cuerpo...
Cerré los ojos mientras
Bill me recostaba sobre las almohadas y cubría mi cuerpo con el suyo... mis
manos tiraron de su camiseta mientras sus dedos se deslizaban por el borde de
mi blusa hasta llegar al broche de mi sostén, agradecí mentalmente el haberme
tomado mi tiempo para escoger mi ropa, así al menos llevaba puesto el
coordinado de encaje rosa y no los de algodón que casi siempre suelo usar...
-Te amo- Bill susurró cerca
de mi oído mientras desabrochaba mi sostén...
-Quiero ser solo tuya- dije
mientras acariciaba su piel fría, pero que en estos momentos juro que parecía
estar tibia...
Todos sus movimientos eran
perfectos, tan llenos de elegancia que temí ser un poco torpe a su lado, la
pizca de nerviosismo que al principio demostró se había esfumando en unos
cuantos minutos, en cambio mis nervios seguían sin querer abandonarme, aunque
cuando sus ojos buscaron los míos sentí que eran unos imanes que se tornaban
cada vez más oscuros y me atraían irremediablemente, hasta que me perdí por
completo en ellos... dejando que Bill terminara de quitarnos lo poco que
quedaba de nuestra ropa...
Una serie de sensaciones
completamente extrañas y desconocidas hasta ese momento para mí, recorrían todo
mi cuerpo, era una especie de escalofríos combinado con un ligero hormigueo en
el interior de mis muslos y el calor seguía subiendo, tan agradable, mientras
Bill recorría con sus labios mi cuello, mi espalda... depositando suaves besos en
cada centímetro de mi piel... bajó sus manos, deslizándolas, rozando con su
lengua mis pechos, deteniéndose, envolviendo mi cintura para después bajar
hasta mis muslos, jalándolos hacia él, de modo que se envolvieron alrededor de
su cuerpo...
No podía controlar mis
gemidos cada vez que sentía la lengua de Bill recorriendo mi cuerpo... cada vez
que me embestía suave, lenta y apasionadamente y después más rápido y profundo...
sentí que estaba a punto de llorar, pero no era de tristeza, ni dolor, no nada
de eso, al contrario me sentía tan feliz... de una manera que ni siquiera sabía
que era posible... totalmente inundada en el amor de Bill, que pensé que
después de esto ya no me importaba si moría mañana... esto era como estar en el
cielo...
----------Narra Bill---------
Mientras tomaba el rostro
de Beth entre mis manos, en mis pensamientos me estaba debatiendo, no sabía si
dejarme llevar por todas las emociones que me embargaban en ese momento...
¿Esto era correcto? ¿Podría hacerlo? ¿Sería capaz de mantener el suficiente control
para no hacerle daño? Las cosas eran un poco complicadas, ya que yo era tan
“nuevo” en esto como Beth... decidí que ya no había tiempo para buscar
respuestas... ya habíamos llegado a un punto sin retorno... y no pensaba
echarme para atrás, mi cuerpo y mis instintos me pedían a gritos que siguiera
adelante, que no me detuviera... y eso hice... además me di cuenta, por cómo
reaccionaba Beth a mis caricias, que ella lo deseaba tanto como yo
Era tan placentero estar
rodeado por el calor de Beth, enredarme entre sus brazos, mientras mis manos
volaban alrededor de su suave y hermoso cuerpo que ni siquiera sabría como
describirlo... lo único que sabía era que Tom tenía razón, tenía que
experimentarlo por mí mismo... solo que, aún seguía convencido de que esperar
había sido lo mejor que podría haber hecho... esperar a que llegara a mi vida
la mujer indicada, la única a la que amaría por toda la eternidad... después de
esto ya no me importaba ni me aterraba la idea de que carecía de alma y que
nunca conocería la paz... hacer el amor con Beth era como estar en la misma
gloria, sentía que estaba tocando el cielo con mis propias manos...
En mi mente grabé cada
segundo, cada centímetro de su piel, quería que su exquisito aroma se
impregnara en mi piel y así llevarlo en mi memoria para siempre... el dulce
sabor de su cuerpo, de sus labios...
Trataba de ser cuidadoso,
de no lastimarla... aunque por momentos me era imposible no perder el
control... cuando escuchaba sus suaves y sensuales gemidos, cada vez que mi
lengua recorría sus pechos... su intimidad... y es que en verdad que su sabor
era adictivo... tan adictivo como el sabor de su sangre... ¡no! no debía pensar
en eso o perdería el control por completo, el poco que me quedaba... me
concentré en sus movimientos acompasados con los míos, en cómo su cuerpo,
perlado en sudor, apretaba al mío, en la forma en como se arqueaba su cuerpo cada
vez que la penetraba excitándome cada vez más... cada que eso pasaba respiraba
profundo tratando de controlarme... quería que este momento durara para
siempre... pero aún para un vampiro eso es imposible... así que en medio de
gemidos descontrolados por parte de los dos, llegamos al final, tan fundidos
completamente el uno en el otro que no podría decir donde empezaba ella y
terminaba yo...
----------Narra
Beth----------
Descansé mi cabeza sobre el
pecho de Bill mientras disfrutaba de la agradable sensación de su piel fría
calmando el calor de mi piel, mientras él besaba y acariciaba mi cabello y me
susurraba al oído cuanto me amaba...
Permanecimos así un rato
más, los dos en su cama... yo sabía que podría estar así con él durante toda la
eternidad, pero lamentablemente, por ahora tendríamos que irnos, yo tenía que
regresar a casa, antes de que mi papá irrumpiera en la habitación de Bill con
todo y patrulla.
Descubrimos que vestirse no es tan fácil cuando no puedes
dejar de besar y acariciar a otra persona... pero finalmente, después de varios
intentos lo conseguimos... pero fue todavía más complicado despedirnos en la
puerta de mi casa... después de que Bill me hiciera el amor, ya no podía
soportar la idea de tener que separarme de él ni un segundo, creo que si por mi
fuera me iría a vivir con él en este momento, pero sabía que era una locura...
solo era cuestión de esperar un poco, unas cuantas semanas más para que las
clases terminaran y nosotros nos podríamos ir juntos a donde fuera... un lugar
en donde podríamos hacer el amor todo el tiempo sin que nadie pusiera el grito
en el cielo (como Arthur por ejemplo) esa idea era tan tentadora que solo
conseguí que me causara más tristeza tener que darle un beso de despedida a mi
novio y darme la vuelta para entrar a mi casa... pero bueno, me recordé a mi
misma que en unas cuantas semanas, no solo estaría al lado del amor de mi vida,
sino que también sería como él, sería un Vampiro y ya nada nos podría
separar... o ¿No?...
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Danke por leer!!! :D